No deberías dejar de ver la serie In my skin

La excelente serie británica In my skin está considerada por Filmaffinity como la segunda mejor serie de ficción de los últimos cinco años (sólo superada por la majestuosa Chernobyl) y la número 31 de las mejores series de la historia de la televisión.

Escrita y creada por la galesa Kayleigh Llewellyn, In my skin obtuvo en 2021 dos premios BAFTA: uno a la Mejor serie de televisión (drama) y otro al Mejor guion de televisión.

Consta de dos temporadas de cinco episodios cada una de una media hora de duración cada uno y fue estrenada en 2018 aunque se reanudó en 2020 su primera temporada (dirigida por Lucy Forbes) debido a la Gran Pandemia. La segunda temporada, dirigida por Molly Manners, se estrenó en 2021.

Su música original es de Tom Gray, Nick Foster y Oli Julian, en tanto que los responsables de la fotografía son Benedict Spence y Christopher Sabogal.

Lo mejor de esta maravilla, tan bien escrita y dirigida con un pulso narrativo de primer orden, es la actuación inmejorable, asombrosa, de su joven protagonista, la increíble Gabrielle Creevy (en un impecable papel de adolescente aturdida y vital), tan bien secundada por una genial Jo Hartley y un reparto singularmente magnífico.

Aunque es considerada una comedia dramática (también una comedia negra), no creo que catalogarla de tal cosa ayude mucho a dar por sentado en qué consisten sus poco más de cinco hermosamente dolorosas horas. Ya lo advierte Allison Keene en Paste Magazine, cuando dice que "los que se pongan a verla esperando una alegre comedia adolescente británica, tendrán que buscar en otra parte...pero no sin haberla visto entera". Abunda en ello Joel Keller (Decider) al decirnos que "justo cuando pensabas que habías visto cada tópico en un género concreto, llega una serie con una nueva perspectiva (...) Ofrece una mayor sustancia a la típica historia iniciática".

Estoy muy de acuerdo con lo que Annie Lord escribiera para The Independent: "incluso cuando expone las duras realidades de la vida adolescente (...) está llena de ternura (...) Los diálogos de Llewellyn son agudos y cáusticos”. Sin duda.

También soy de la opinión de Mike Hale, de The New York Times, para el cual "la mezcla, típicamente británica, de drama cotidiano, adorable y triste, y ritmo de sitcom, funciona, en este caso, ayudada por el estilo desenfadado y rápido de sus directoras y la interpretación sutil y despierta de Creevy".