La leyenda del tiempo, Federico García Lorca y Camarón de la Isla


Prácticamente cinco años antes de que la ignominia le convirtiera en el cadáver, en el asesinado más famoso de la terrible Guerra Civil española, el fascinante
Federico García Lorca acababa de escribir una de sus obras de teatro, la titulada Así que pasen cinco años. Su subtítulo: La leyenda del tiempo. Era el 19 de agosto de 1931.

Así que pasen cinco años, una de las obras dramatúrgicas del escritor español incluidas dentro de lo que se ha dado en llamar su teatro imposible, está dividida en tres actos y, en ella, según leo a la periodista Lucía Noguerales, aparecen cuestionadas “la identidad, la vida y la muerte, el paso del tiempo o los límites entre ficción, sueño y realidad”. Es puro surrealismo. Vanguardia española y universal. Tragedia humana, cuando la muerte llega por culpa de los sueños, por culpa del tiempo.


 

De difícil representación García Lorca hubo de retocarla para tal fin. El caso es que el comienzo de la Guerra Civil en julio del año 36 impidió su estreno, previsto para el mes de octubre. Habría que esperar a 1959, ya muerto García Lorca. París, Teatro Recamier de, puesta en escena a cargo de Marcelle Auclair. En España nadie pudo disfrutarla hasta marzo de 1975, meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco. Madrid, alumnos del Liceo Francés. Si bien su estreno en salas, su estreno comercial, tardó todavía tres años. 19 de septiembre de 1978, Madrid, Teatro Eslava, dirección a cargo de Miguel Narros, interpretada por Guillermo Marín, Esperanza Roy, Helio Pedregal, María Luisa San José, Carlos Hipólito…

 


Pasa la vida, el tiempo, la dictadura, lo que vino después… y, 48 años más tarde de aquel verano de 1931, el cantaor flamenco español Camarón de la Isla publica su décimo álbum, La leyenda del tiempo, un homenaje al poeta granadino. Es el 16 de junio de 1979.

La canción que nombra al disco, una bambera (flamenca) de 3 minutos y 41 segundos, pone música al inicio del acto tercero de Así que pasen cinco años y recrea la declamación que utiliza a modo de presentación uno de los personajes de la obra, Arlequín. No es la única del elepé que convierte en música (y añade la voz prodigiosa de Camarón a) poemas lorquianos.

El elenco de los músicos que grabaron aquel álbum, de primer orden, incluía a la guitarra flamenca de Tomatito y Raimundo Amador, Jorge Pardo a la flauta, Gualberto tocando el sitar, las percusiones de Rubem Dantas, José Antonio Galicia y Tito Duarte, las palmas de Manolo Soler, los bongós de Pepe Ébano y la banda de rock andaluz Alameda al completo: Manolo Marinelli y sus teclados, su hermano Rafael al piano, Pepe Roca a la guitarra eléctrica, Manolo Rosa al bajo y Antonio Moreno Tacita a la batería y las palmas.

El elepé La leyenda del tiempo no cayó bien en los círculos flamencos y no fue digamos un éxito, pero hoy día es considerado como una obra de arte mayúsculo de la música pop española. De la música española.

 

Regreso a la obra de teatro:

 

“Telón rápido

Acto tercero

Cuadro primero

Bosque. Grandes troncos. En el centro, un teatro rodeado de cortinas barrocas con el telón echado. Una escalerita une el tabladillo con el escenario. Al levantarse el telón cruzan entre los troncos dos Figuras vestidas de negro, con las caras blancas de yeso y las manos también blancas. Suena una música lejana. Sale el Arlequín. Viste de negro y verde. Lleva dos caretas, una en cada mano y ocultas en la espalda. Acciona de modo rítmico, como un bailarín.

ARLEQUÍN.

El Sueño va sobre el Tiempo

flotando como un velero.

Nadie puede abrir semillas

en el corazón del Sueño.

(Se pone una careta de alegrísima expresión.)

¡Ay, cómo canta el alba! ¡Cómo canta!

¡Qué témpanos de hielo azul levanta!

(Se quita la careta.)

El Tiempo va sobre el Sueño

hundido hasta los cabellos.

Ayer y mañana comen

oscuras flores de duelo.

(Se pone una careta de expresión dormida.)

¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!

¡Qué espesura de anémonas levanta!

(Se la quita.)

Sobre la misma columna,

abrazados Sueño y Tiempo,

cruza el gemido del niño,

la lengua rota del viejo.

(Con una careta.)

¡Ay cómo canta el alba! ¡Cómo canta!

(Con la otra careta.)

¡Qué espesura de anémonas levanta!

Y si el Sueño finge muros

en la llanura del Tiempo,

el Tiempo le hace creer

que nace en aquel momento.

¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!

¡Qué témpanos de hielo azul levanta!

(Desde este momento se oirá en el fondo durante todo el acto, y con medidos intervalos, unas

lejanas trompas graves de caza. Aparece una Muchacha vestida de negro, con túnica griega.

Viene saltando con una guirnalda.)”

Federico García Lorca: Así que pasen cinco años

 

Y esta es la letra de La leyenda del tiempo, adaptada del texto lorquiano por el productor del disco de Camarón de la Isla, Ricardo Pachón (que ya había producido los tres primeros álbumes de Lole y Manuel y los debuts de Veneno e Imán), responsable asimismo de los magníficos arreglos musicales que suenan cuando el astro gaditano la canta:



“El sueño va sobre el tiempo

Flotando como un velero

Flotando como un velero

 

Nadie puede abrir semillas

En el corazón del sueño

En el corazón del sueño

 

El tiempo va sobre el sueño

Hundido hasta los cabellos

Hundido hasta los cabellos

 

Ayer y mañana comen

Oscuras flores de duelo

Oscuras flores de duelo

 

El sueño va sobre el tiempo

Flotando como un velero

Flotando como un velero

 

Nadie puede abrir semillas

En el corazón del sueño

En el corazón del sueño

 

Sobre la misma columna

Abrazados, sueño y tiempo

Abrazados, sueño y tiempo

 

Cruza el genio del niño

La lengua rota del viejo

La lengua rota del viejo

 

El sueño va sobre el tiempo

Flotando como un velero

Flotando como un velero

 

Nadie puede abrir semillas

En el corazón del sueño

En el corazón del sueño

 

Y si el sueño finge muros

En la llanura del tiempo

En la llanura del tiempo

 

El tiempo le hace creer

Que nace en aquel momento

Que nace en aquel momento

 

El sueño va sobre el tiempo

Flotando como un velero

Flotando como un velero

 

Nadie puede abrir semillas

En el corazón del sueño

En el corazón del sueño”

 

La serie televisiva española El Ministerio del Tiempo obró el milagro y juntó en 2020 a García Lorca con Camarón en uno de sus capítulos. Lorca, interpretado por Ángel Ruiz, disfruta emocionalmente de la voz del cantaor, de la que salen majestuosos sus propios versos convertidos en la canción inmortal La leyenda del tiempo. Le pregunta a quien le acompaña, uno de los protagonistas de la serie (Julián, actuado por Rodolfo Sancho), que, entonces "¿tanto tiempo después, España se acuerda de mí?" La respuesta es suya, es tan lorquiana y emocionante, es esta:

 

"Entonces, he ganado yo, no ellos".


Si Camarón arriesgó cantando aquellos versos como una bambera, otro cantaor flamenco de primerísima línea, el granadino Enrique Morente, lo hizo recurriendo a otro palo, los tientos, en su decimoquinto álbum, no en vano titulado Lorca, aparecido en 1998 y producido por La Barbería del Sur. Morente —acompañado al bajo por Carles Benavent, a las guitarras por los miembros de La Barbería del Sur Juan José Suárez Paquete y Enrique Heredia Negri, además de Montoyita, a la percusión por José Bandolero y el propio Negri— canta, con los coros de su hija Estrella Morente y Antonio Carbonell, el texto completo de la presentación de Arlequín, todos aquellos versos.

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