Siminiani, Zuazo: amor y arquitectura

Media hora de amor y arquitectura. Arquitectura emocional 1959 es un prodigioso documental (de ficción) de 2022, un cortometraje escrito y dirigido por un cineasta de primer nivel, el español León Siminiani, de quien yo ya había disfrutado cuatro años antes otro de esos filmes suyos que no importa saber si son películas de ficción o documentales, titulado Apuntes para una película de atracos.

Interpretado por Marta Carmona y Manuel Egozkue, nos traslada al Madrid de 1959, y, como leo en FilmAffinity (que lo sitúa el 45 de los Mejores mediometrajes de la historia), en él asistimos a la “arquitectura marcando, inadvertida, la línea de puntos que acabe dictando su emoción”. El arquitecto y urbanista español Secundino Zuazo (1881-1970) es de alguna manera el protagonista de Arquitectura emocional 1959, aunque el film es una historia de amor. La obra de Zuazo muestra la evolución de la capital de España y con ella la de una sociedad durante buena parte del siglo XX. Para Siminiani, “el corto pretende ser un grano de arena en la divulgación del patrimonio, en la conciencia respecto al impacto emocional de la arquitectura”.

 

“Esta es una historia de arquitectura, política y romance, de cómo aparentemente estos conceptos que no tienen nada que ver están inextricablemente unidos y crean sinergias, contradicciones y colisiones constantes en pequeños y grandes detalles, tanto cotidianos como históricos”. Ramón Rey en Cine Maldito

 

La obra de Siminiani fue la ganadora del Premio Goya al Mejor cortometraje de ficción. Y no tengo motivos para que yo piense en esa joya que es Arquitectura emocional 1959 y al mismo tiempo lo haga en uno de los mejores elepés de la historia de la música (pop), Architecture & Morality, grabado en 1981 por Orchestral Manoeuvres in the Dark. No los tengo, pero lo hago.

Lo que sí me pide el cuerpo es recuperar algo que escribí hace tiempo que quiso ser un poema. Esto:

Una obra maestra, sueño a sabiendas con ella, y ella es esplendor de bosque, es la voz de mi tenaz querer ser. Ella es una obra maestra, para mí lo es, para mí su sonrisa es el mundo, para mí su ámbito es el tiempo. Que es una obra maestra no admite discusión, está más allá del límite entre el bien y lo mejor está flotando en mis venas porque es una obra maestra. Brillante arquitectura esculpida, una hermosa pintura de las cavernas, ella es la canción de mi vida.