La portentosamente sencilla serie Condena

La serie televisiva británica Condena, compuesta por tan solo tres intensos episodios de una hora cada uno, fue estrenada este segundo Año de la Gran Pandemia, 2021, dirigida excepcionalmente bien, de una manera digamos clásica, medida, narrativamente perfecta, por Lewis Arnold, que usa maravillosamente el gran guion escrito por Jimmy McGovern y la fotografía de Mark Wolf, pero sobre todo la fenomenal labor interpretativa de sus dos protagonistas, unos inmensos Sean Bean y Stephen Graham, así como la del resto del elenco actoral (James Nelson-Joyce, Nabil Elouahabi, Natalie Gavin, Nadine Marshall, Hannah Walters, Sue Johnston…).

Redención y castigo, asumir la carga de los percances ocasionados y ser capaz de sobrevivir dignamente al dolor que el dolor nos devuelve como una explosión incesante. Redención, castigo y en última instancia también el perdón como respuesta al delito, a la incapacidad para evitarle a otro los traumas que somos capaces de producir. De eso va esta maravilla de tres horas, este realista drama carcelario que supera el género y se convierte en una lección magistral de talento interpretativo y de saber contar una historia vibrante de pura humanidad. Sus creadores (guionista, director y actores) no pretenden en ningún momento juzgar a nadie. No es el asunto de esta serie imprescindible, de esta obra de arte cinematográfico con formato televisivo.