Miguel Cedrés es un maestro de Primaria y músico que, a los 13 años, cuando intentaba descifrar una guitarra española que le regaló su abuelo, se enamoró del Abbey Road de The Beatles; años más tarde fundó el grupo Los Coquillos con su hermano Ginés, de gran éxito de ventas y popularidad en Canarias en la década de 1990.
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Hablo con Miguel de música pop, que si, para
mí, es la música popular que escucha la gente desde que llegó aquella
revolución norteamericana encabezada por Elvis Presley, para el músico canario es
nada más y nada menos que la música que cambió el mundo, las costumbres,
el modo de vestir, de relacionarse, es la música “que te acompaña y te sirve
como un café por las mañanas y como bálsamo y medicina en los malos momentos”.
Conversamos sobre su última grabación, la
maravilla pop que es Verano mortal, de recientísima aparición. Escuchemos
a Miguel:
“Es un disco muy
trabajado, con muchos detalles de guitarras, teclados, cuerdas y metales
reales. También armonías vocales, algo que no se hace mucho últimamente en el
pop. Me preocupa que las melodías vocales no estén trilladas y, aunque no
soy poeta, pretendo que haya cierta lírica, aunque se traten temas
cotidianos”.
Si hay una canción de ese pequeño prodigio
que a mí me ha entusiasmado (mucho) esa es Mejor estar solo (hay
más, claro, quizás todas), una
canción que tiene, como siempre pasa con las buenas (y con las malas, que
conste), una historia: es curioso, me dice su compositor e intérprete, “la
canción tiene unas melodías ya claras y en la letra comienzo hablando del
peligro de exponer tu vida en las redes sociales (me refiero a esas chicas
jóvenes que casi se desnudan bailando reguetón) y luego sucedió un episodio en
mi vida durante la grabación que me dejó bastante noqueado: uno de mis mejores
amigos me decepcionó de un modo muy fuerte… por eso lo de mejor estar solo.
Las canciones a veces sirven para eso… como catarsis. En la segunda parte del
tema que canta conmigo mi hermano Ginés se nota más ese cambio sutil en la
letra”.
En nuestra charla hay el habitual combate entre artistas musicales, mejor dicho, entre nuestros gustos, bastante similares hay que decir. Salen nombres como Nacha Pop, Radio Futura, Gabinete Caligari, Coque Malla, The Beatles, Los Rodríguez, The Kinks, Elvis Costello, Paul Weller, The Police, etc. Sólo hay algunos grupos o cantantes o guitarristas en los que no coincidimos: el paradigma es Loquillo, para mí una cumbre artística del pop español, para Miguel uno de esos artistas a los que cabe reconocer su trayectoria larga y con obra, pero “algo sobrevalorados. Tampoco te puede gustar todo”, remacha el creador de Verano mortal.
¿Qué sería de nosotros sin los músicos, sin esa gente
que, como Miguel Cedrés, nos hacen la vida más fácil, inigualablemente mejor? A
mí me gusta mucho darles siempre que tengo ocasión las gracias. Gracias,
Miguel, gracias. Gracias por la música. Por tu música. Por mi música.
Este texto pertenece a mi artículo ‘Miguel Cedrés, Verano
mortal’, publicado el 23 de octubre de 2022 en Nueva Tribuna,
que puedes leer completo EN ESTE
ENLACE.
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