Despido esta serie de artículos con una última entrega.
El tercer largometraje (espléndidamente) dirigido por el cineasta español Pau Durà, escrito también por él es una comedia dramática conmovedora, divertida y de una duración asombrosamente correcta y conveniente: cien minutos precios y preciosos. Se titula Pájaros y fue estrenada en 2024. TODO lo que se ve, escucha y siente en Pájaros es maravilloso, sin ir más lejos, las interpretaciones de dos actores descomunales, cargados de la verdad llena de matices que se le exige a todo personaje cinematográfico que se precie: Luis Zahera y Javier Gutiérrez (tan bien acompañados, brevemente, por Teresa Saponangelo).
Del mismo año es el ensayo La invención de todas las cosas: una historia de la ficción,
del escritor mexicano Jorge Volpi, un profundo y elaboradísimo
análisis de lo que entendemos por ficción, mucho más que una historia de
la literatura, aunque es sobre todo eso, una magnífica historia de la
literatura, mejor dicho, de la creatividad humana.
Menudo año el 2024. La octava novela
del extraordinario escritor estadounidense Richard Ford se
titula Sé mía y fue publicada en mi
idioma (en la excelente traducción de Damià Alou) en 2024, un año después de la
edición en su idioma. Sé mía es el quinto de los libros
protagonizados por Frank Bascombe.
Otro libro
de 2024. Éste español. Orquesta:
una maravilla del novelista Miqui Otero, quien nos traslada a la Fiesta del
último verano en Valdeplata, amenizada por la Música de la Orquesta Ardentía. Y
lo que hace es dejar que quien nos cuente lo que allí ocurre sean (algunos y
algunas de) quienes asisten al jolgorio, y también… la propia Música.
Porque es la Música la que nos habla a menudo. Bendita Música…
Llegamos al año 2025. Las tinieblas del corazón, publicado en 2025 en mi idioma (traducido magníficamente bien por Noemí Sobregués Arias) y un año antes en el idioma materno del autor, Albert Sánchez Piñol, con el título de Les tenebres del cor, es un libro superlativo. Muy didáctico, muy divertido, incluso hilarante cuando puede y sabe, pura literatura de la grande: Literatura. Y exculpación ideológica, como se verá. Estoy seguro de que no es una novela (no olvidemos nunca que “uno no debería tomarse en serio las obras de ficción”), no solamente porque lo diga el propio autor, y de que se trata de un ensayo del que podría argumentar, si no hubiera quien reconviniera mi gusto por la hipérbole, que es uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Aunque eso no me lo puede discutir, y menos negar, nadie.
También de 2025 es la excelente serie
española de televisión Su Majestad, creada y escrita por Diego San José
y Borja Cobeaga (que ya había pasado por aquí, en anteriores entreggas),
compuesta por siete magníficos episodios de media hora de cabal duración cada
uno, dirigidos por el propio Cobeaga y Ginesta Guindal y escritos
con la ayuda de José Antonio Pérez Ledo. A ese guion y a esa
dirección perfecta se le suma un reparto asombroso en el que destaca la siempre
magnífica Anna Castillo y un portentoso Ernesto
Alterio, excelentemente secundados por ese actor inmaculado que es Ramón
Barea (y sus clases permanentes del arte de la
interpretación), y por Pablo Derqui, Pablo Vázquez y Miguel de
Lira, entre otros.
Despido
todas estas loas a obras mayúsculas de nuestro tiempo con Yonder,
de Jacob Banks, el mejor disco de lo que va de década, asimismo de 2025.
En Insurrección hablo, lo dije en la primera entrega de estos artículos, de otras obras maestras a las que no llamé, en su momento, así: obras maestras. Por ejemplo, Caledonian Road, la novela de Andrew O’Hagan, o A muerte, la serie de televisión creada, entre otros, por Dani de la Orden (quien ya había salido aquí en la entrada anterior).

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