Jacob Banks canta la canción de 2022
“Estamos intercambiando silencio. ¿Crees en la fe o crees en la ciencia? No me importan las sirenas porque al menos me guían. Todavía creo en nosotros. Todavía quiero llamarlo amor. Pero supongo que esto es en lo que nos hemos convertido. Justo cuando creía que estabas preparada para mí. Reinos y los cielos cayendo. Justo cuando creía que estabas lista para mí…”
Eso es lo que dice, en inglés, Just when i thought (‘Justo cuando creía’), una canción de Jacob Banks compuesta por Dayo Olatunji (conocido artísticamente como Dyo, quien maneja el sintetizador que podemos escuchar en la canción), Nayla Emmanuel Nyassa (Nayla Nyassa) y Jacob Akintayo Akinoso (el propio Banks). Una canción. Menuda canción. Ya digo, a día de hoy, y según mis gustos (¿cuáles si no?), la mejor del año 2022.
Jacob Banks nació en 1991 en Nigeria, pero es un
protagonista esencial de la escena musical soulera de la ciudad inglesa de
Birmingham (donde vive desde los 13 años). Su web profesional se abre con una
frase que me va a ahorrar explicar algo esencial sobre él y su arte descomunal:
“su música está influida por una serie de géneros que incluyen el soul, el rhythm
blues y el hip hop”. (Una frase por cierto copiada por Wikipedia.)
También hay gospel y algo de reggae en sus canciones. ¡Cómo no!
Su primer epé, The monologue, apareció en 2013. Desde entonces este portentoso cantante con voz de barítono ha grabado otros tres además de dos elepés, Village, cinco años posterior, y el que incluye la joya Just when i thought (y otras maravillas por el estilo), titulado Lies about the war (en una de cuyas canciones, Coolin, participa otro de los fenómenos musicales ingleses provenientes de Nigeria: el gran Samm Henshaw), publicado este Tercer Año de la Gran Pandemia (que parece ser el último).
James Wilkinson escribe en Allmusic (allmusic.com)
que Lies about the war está “basado en el tiempo dedicado a escuchar
profundamente a artistas de gospel y soul como Sister Rosetta Tharpe, Sam Cooke
y Al Green”. Casi nada.
En esa misma web, de Just when i thought dice
Andy Kellman que es “una balada indagadora que comienza con un aire sombrío
(notas de sintetizador inquietas y prolongadas), solo para desvanecerse y
metamorfosearse en una iglesia (con un piano y un órgano impávidos y un coro de
gospel); parece casi desprovisto de esperanza”. Parece… porque, en el fondo, es
a mi modo de ver un grito contenido de deseo frustrado de esos que acaban por esculpir
cada una de nuestras almas. Justo cuando creemos que algo puede ser lo mejor.
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