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Mostrando entradas de julio, 2025

Hacer un libro, por Javier Castro Flórez

Hacer un libro es súper bonito. Luego no los compra ni Dios pero lo bueno es que yo no soy como esos editores que se cogen un berrinche porque su libro, después de pasar un mes de vacaciones tomando el aire fresco en alguna librería, vuelve al almacén del que salió para descansar allí eternamente. Como yo ya sé que eso va a pasar ni me sorprende ni me disgusta. Por eso me parece tan bonito hacer libros: porque no cojo mal cuerpo ni pienso que haya hecho mal en publicar ese del que se vendieron de milagro 125 ejemplares. Es un libro que me pareció precioso y que con su mera existencia hace que el planeta tierra sea un lugar más habitable . Por eso siento que es tan bonito ayudar a que nazca. Una vez vi un documental de una especie de rana o sapo africano –ahora no recuerdo bien– que podía estar enterrado años en el barro seco en un modo de vida latente casi cercano a la muerte esperando una tormenta. Cuando por fin llovía y caían los goterones mojando la tierra, el bicho se desperta...

Cosas que leo en los libros que leo (IX)

Uno lee libros por diversas razones, para asombrarse es una de ellas. Lo que siguen son asombros provocados por los libros que leo.   Los cementerios “En ningún lugar la muerte es menos siniestra que en un cementerio. En ellos todo es firme, duro, un grito de afirmación. Allí la muerte, la desaparición, parece la cosa menos definitiva del mundo. Uno siente que son los lugares a los que se ha retirado la gente más delicada”. Emilio Gavilanes : Anotaciones a lápiz , 2025.   Barcelona 1977 “En 1977, cuando las reglas del juego no estaban escritas, Barcelona se soltó el pelo: la contracultura, el  underground , el movimiento libertario, la liberación sexual convirtieron las Ramblas en toda una explosión de los sentidos en territorio furtivo”. Loquillo : Paseo de gracia , 2025   El matrimonio “Tal vez sea eso lo que es el matrimonio, la muerte de la personalidad”. Nick Hornby: Cómo ser buenos (novela), 2002   La pornografía “Los conserv...

La banda sonora musical de Loquillo

En su libro autobiográfico Paseo de gracia , el artista musical conocido como Loquillo nos dispara casi al final lo que él llama “mi banda sonora alternativa”. Está compuesta por todas estas canciones: 16 toneladas , de José Guardiola. Perfidia , de Nat King Cole. Tu vuo fà l’americano , de Renato Carosone. Volver , de Carlos Gardel. Bye bye love, del Dúo Dinámico. El porompompero , de Manolo Escobar. Non ho l’età , de Gigliola Cinquetti. Ciudad solitaria , de Luis Aguilé. La escoba , de Los Sírex. Le pénitencier , de Johnny Hallyday. La plus belle pour aller danser , de Sylvie Vartan. James Bond theme , de John Barry. Yo que no vivo sin ti , de Los Mustang. Strangers in the night , de Frank Sinatra. Soy así , de Los Salvajes. Help! , de The Beatles . Black is black , de Los Bravos. Mi calle , de Lone Star. Marionetas en la cuerda , de Sandie Shaw. Congratulations , de Cliff Richard. Mrs. Robinson , de Simon and Garfunkel . Una lágrima...

Antonio Muñoz Molina, lector de Cervantes

Dice el historiador Justo Serna del libro El verano de Cervantes , escrito por Antonio Muñoz Molina y publicado en 2025, que “es historia vivida, reconstrucción emocional del pasado a partir de indicios constatables que en la ficción cervantina cobran vida y exhaustividad, con deseo expreso de rigor documental, cosa que a Muñoz Molina y a nosotros nos ilustra y amplifica”. Y dije yo según comenzaba a leer el volumen que me hallaba peleando lentamente con un libro sobre Cervantes que no me interesaba (si no fuera porque quien lo había escrito es uno de los más grandes novelistas vivos en español). Serna es uno de los autores que mejor conoce y mejor ha escrito sobre Muñoz Molina, si no el mejor, y al final ha acabado teniendo razón, como prácticamente siempre. Digo yo, y lo digo con él, ahora que he finalizado la grata lectura de ese verano cervantino que en él hay “un inventario moral y hay una experiencia de la totalidad” donde vemos cómo en Don Quijote , tanto en el novelista, el...

Mis canciones favoritas (séptima entrega)

Esta es la última entrega de mis canciones favoritas . Las que se incluyen aquí, atención, son tan buenas como las que han ido apareciendo en las seis entregas anteriores. Mira, mira... / Escucha, escucha... (Seguro que hay más.) White winter hymnal , de Fleet Foxes. Sing, sing, sing (with a swing) , de The Benny Goodman Orchestra. Wonderous stories , de Yes. Cuando quise que me gustaran Yes me compré la cinta de Going for the one pero sus maravillosas historias acabaron quedándose en algún lugar del futuro, arrinconadas en una realidad batida por el incontestable espíritu de Los Clash: quienes estrangulaban el presente con la música de jóvenes alterados saltaron desde mis paredes esmaltadas de porvenir hasta la abrumada maleza sobre las ruinas de los días sin el ruido de la furia. Turn! Turn! Turn! (to everything there is a season) , de The Byrds. Aburrido de esperar , de Marc Parrot. Wish you where here , de Pink Floyd . Algunas veces , de Amaro Ferreiro. Rumble in ...

La serie Superestar, ¿qué es?

Lo de la serie española de televisión Superestar no tiene nombre. O, mejor dicho, el que no tiene algo soy yo. Palabras. Lo voy a intentar. Voy… Superestar , estrenada en 2025, dura unos 300 minutos diseminados en seis capítulos y fue creada por el cineasta Nacho Vigalondo , que la dirige junto a Claudia Costafreda y la escribe con la colaboración de ella misma, Paco Bezerra, María Bastarós y Natalia Boadas. Todo con un buen pulso narrativo, con las necesarias dosis de humor, inevitables e imprescindibles tratando el asunto que trata: las vicisitudes artísticas de la cantante Yurena, primeramente llamada Tamara , aquel extraño fenómeno diríamos hoy auténticamente friqui en el que participaron variopintos personajes. El propio Vigalondo acertó cuando quiso explicar la serie como “la reimaginación del tamarismo desde el corazón de sus protagonistas”. ¿Lo mejor de la serie producida por los famosos y siempre singulares Javier Ambrossi y Javier Calvo, Los Javis , mejor incluso qu...

Tu pelo no es muy normal; por Jesús Ordovás

Decía Jack Kerouac que la única gente que le interesaba era la gente que está loca, la gente que está loca por vivir . Eso se podía comprobar en On the road , su novela que pude leer cuando estudiaba Ciencias Políticas. El 18 de mayo de 1968 Raimon dio un concierto en nuestra facultad. Yo era uno de los cientos de estudiantes que estaba escuchándolo, cuando dos tipos de paisano me agarraron y me arrastraron hasta una furgoneta en la que había otro compañero ya esposado. Nos trasladaron a los calabozos de la Puerta del Sol y al día siguiente nos llevaron ante un juez militar. A mí me pusieron una multa, que pagó mi madre, porque mi padre ya había fallecido. Al salir a la calle me propuse largarme de España. Algo que pude hacer en 1970. Llegué a París y estuve viviendo mi propia novela con unos californianos con los que podía hablar de Kerouac, de Allen Ginsberg y de Bob Dylan . La radio había sido la culpable de que me interesara por Dylan. Lo había escuchado en Vuelo 605 , el pr...