Nacimos para correr, como una canción de Springsteen

Nacimos para correr en el espíritu nocturno junto al río, abajo en las calles, como corazones hambrientos en el país de la jungla aunque todo sea tan duro como lo demás o usemos un brillante disfraz para llegar a la tierra prometida bailando en la oscuridad a través de la carretera del Trueno conduciendo toda la noche sin dejar de intentarlo por más que estemos donde la ciudad acaba como los dos corazones que somos sabiendo el precio que hay que pagar después de que yo te diga al oído nena, quieres casarte conmigo.

Como una canción de Springsteen, así quieres escribir. Como si trazaras la letra de una canción, pura efervescencia elástica, sentimientos insatisfechos, alegría incontenible en el anochecer. Como si llevaras tus palabras a un escenario ante un público enardecido, repleto de memoria y deseo. Como si pudieras suscitar nuevos bailes, nuevos esqueletos en triple mortal. Quieres escribir una canción color rojo sangre, una canción para cantar con los ojos cerrados, con los labios temblando de amor, con el corazón hecho un estofado de brincos, convertido en un arma de emocionar, en un rugido que te susurre mientras corres: recuerda que eres mortal, mortal y enérgico, recuerda que eres residuo estelar, música sobre una sierra radiante, eres todos tus sueños y cada apetito, recuerda que has nacido para brillar.