Leo que habrá una tercera temporada de la magnífica serie estadounidense de televisión Separación/Severance, creada por Dan Erickson, con el determinante concurso en la producción y la dirección de Ben Stiller, cuya primera entrega me pareció fascinante sin grietas y de la segunda, estrenada a comienzos de 2025, sólo puedo decir que nunca me ha preocupado menos no enterarme de casi nada de lo que me cuentan, tal es la fascinación que me produce verla, escucharla, sentirla.
Algunos guionistas y algún director
más se han unido a quienes participaron en la primera temporada, en tanto que
su elenco actoral, magnífico una vez más, se mantiene en la segunda tanda de
episodios (esta vez diez, inquietantes e hipnóticos, todos).
Me quedo con lo que escribió de esta segunda temporada Alan Sepinwall en la revista Rolling Stone, que detectó (eso me pareció ver a mí, aunque yo los tomé como deficiencias mías de atención) “algunos tropiezos narrativos aquí y allá”, pero admitió que “es tan emocionante, sorprendente, oscuramente divertida y distinta como la anterior”. Distinta como la anterior. Eso es, porque no hay nada parecido en el mundo de las películas serializadas para televisión, nada que sea un thriller tan singular con la esencia corporativa del capitalismo que vivimos/sufrimos/disfrutamos como ámbito central.
Sí, es “una siniestra y espléndida
fábula sobre nosotros”, como le leí a Juan Carlos Galindo en El País.
Luego están los que, aún disfrutándolo,
ven en ella un “sermón de sal gruesa que imparte doctrina antineoliberal” (Sergio
del Molino en El País) donde otros
ven/vemos un viaje que “dramatiza mejor que cualquier otra cosa las normas
arbitrarias y la naturaleza compartimentada del trabajo moderno” (tal y como
escribiera Alison Herman en Variety).
Solamente espero que cuando me ponga
a ver la tercera temporada, los minutos de desconcierto se conviertan cuanto
antes en ese goce estético casi gratuito que me provocó la segunda temporada.
¿Fueris con fueris, dentris con dentris?
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.