La serie española de televisión Muertos S.L. es una comedia (esperabas que escribiera para morirse de risa, pues no, si acaso negra) descacharrante, lo cual es decir ya mucho de este arte cinematográfico tan difícil que busca (y en este caso logra) provocar la risa al tiempo que quien lo disfruta asiste a una elaborada historia inteligente y actual.
Estrenada en 2024, todo apunta a que la serie tendrá
secuela (acaba para ello y lo merece). Sus ocho excelentes episodios
duran una muy cabal media hora, aproximada, cada uno de puro deleite nada
imbécil.
Fotografiada por Juan Luis Cabellos, sus creadores son Alberto Caballero, Daniel Deorador y Araceli Álvarez de Sotomayor, y ellos mismos la dirigen, además de Laura Caballero y Alberto Monge, en tanto que los dos primeros son los autores de su brillantísimo e hilarante guion, junto a Julián Sastre y Nando Abad.
Claro que, como siempre pasa, sin el extraordinario
reparto que tiene la serie nada daría en ser nada. Comienzo por resaltar la
encomiable, tremendamente meritoria, interpretación de un extraordinario Carlos
Areces, fabulosamente asistido por Ascen López, Salva Reina, Aitziber
Garmendia, Adriana Torrebejano, Diego Martín, un hilarante Gerald B. Filmore y
un revelador Roque Ruíz (entre algunos otros y otras). Descomunal lo suyo, insisto.
Todos ellos fabulosos como los empleados o dueña (López) de una funeraria que
da mucho más juego como lugar cómico del que cabía esperar. Muchísimo juego.
Irreverente, desternillante, brillante, ágil (pero prudente, sic), musculosamente cómica, valiente…Esos son algunos de los calificativos con los que la crítica la ha recibido. Yo añado a los ya dichos por mí otros dos: sofisticadamente popular.
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