El golpe de gracia de Dennis Lehane
La decimoquinta novela del escritor estadounidense Dennis Lehane, titulada Golpe de gracia, fue publicada en 2023 (con su título original, Small mercies) y traducida un año después a mi idioma espléndidamente por Aurora Echevarría Pérez.
Lehane quiere situar de inmediato su novela en un tiempo y en un espacio
determinado. Un tiempo y un espacio reales. Por eso comienza el libro con una nota
histórica que arranca así:
“El 21 de junio de 1974, W. Arthur
Garrity Jr., el juez de distrito estadounidense encargado del caso «Morgan
contra Hennigan», resolvió que el Comité Escolar de Boston había «perjudicado
de manera continuada a los estudiantes negros» del sistema de enseñanza
pública. El único remedio, concluyó, era poner en marcha un plan de transporte
escolar entre los barrios predominantemente blancos y los predominantemente
negros a fin de erradicar la segregación en los institutos públicos de la
ciudad”.
Así que… Boston, 1974.
La protagonista, Mary Pat Fennesy (a quien lo que le hace más feliz “es que
se enfrenten a ella y lo que más le emociona es que la agravien”), sabe que “en
el mundo hay más personas que buena suerte, así que o estás en el lugar
adecuado en el momento en que aparece por única vez o no estás, en cuyo caso...
Son cosas que pasan. Esto es lo que hay. ¿Qué le vas a hacer?”.
Ella vive en un mundo, una zona determinada de la ciudad de Boston, ese es su
mundo, donde se tienen varias opciones, aceptar o no la violencia, aceptar o no
el odio. O aceptar la violencia pero no el odio. Un mundo que no parece dar una
oportunidad a intentar encontrarle sentido a la vida. Un mundo en el que lo
habitual es creer que “las reglas sólo se aplican a quienes no se encargan de
hacerlas”. Un mundo en el que sería bueno saber que, aunque “el esfuerzo
ayuda”, lo que se necesita para ser grande de verdad es “inclinarse hacia
aquello para lo que se ha nacido”. Mary Pat Fennesy, rota y a la vez
inquebrantable: “la paradoja asusta”. Mary Pat Fennesy, que dice de sí misma que
ya no es una persona, que es un testimonio:
“Eso son los fantasmas: testimonios
de lo que nunca debería haber ocurrido y que hay que reparar para que sus
espíritus abandonen este mundo”.
Lo que Lehane quiere mostrarnos en su novela, en medio del dolor y la
violencia que la habita, es que la autocompasión y el racismo son dos
caras de la misma moneda, pero sobre todo que “tal vez lo contrario del odio no
sea el amor, sino la esperanza: porque el oído tarda años en
construirse, mientras que la esperanza puede aparecer a la vuelta de la esquina
cuando ni siquiera estás mirando hacia allí”.
Al fin y al cabo, Lehane ha querido contarnos una vez más que a lo que
asistimos mientras transcurren nuestros días es a la “vida con todos sus
altibajos, sus sueños truncados y sus alegrías sorprendentes, sus pequeñas
tragedias y sus pequeños milagros”.
¿“Lo único que nos separa del reino animal es el Estado de derecho”, como afirma el poli bueno de Golpe de gracia?
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