Esclarecidos, singulares e ilustres

Para la Real Academia Española (para su diccionario, mejor dicho), algo o alguien esclarecido es alguien o algo ‘claro, ilustre, singular, insigne’. 

Claros e insignes no sé, quizás claros sí, insignes (dada su repercusión) me temo que no lo llegaron a ser el conjunto de músicos españoles de los años de la Movida madrileña que se hizo llamar Esclarecidos entre 1981 y 1997, o así. Si hay algo que sí fue aquel grupo de música pop ese algo es singular. Ilustre también, aunque no popular ni por tanto insigne. Esclarecidos hicieron música (pop) singular e ilustre.

Esclarecidos, “banda de culto, vanguardista, iconoclasta y en permanente evolución”, en palabras del periodista musical Fernando Neira escritas en 1997.


Los principales componentes de Esclarecidos fueron la cantante, Cristina Lliso, su hermano Nacho (saxofonista), Miguel Herrero (guitarrista), Alfonso Pérez y Coyán Manzano (bajista), también Fernando Mata y Manuel Illán, y Pepe Cardona, Tony Vázquez y Vicente Climent. Sin olvidar a sus productores, quienes además tocaban, como Paco Trinidad, multiinstrumentista y cocompositor en sus primeros discos, y Gonzalo Lasheras (productor de De espaldas a ti y Rojo) y Suso Saiz (productor de Dragón Negro y La fuerza de los débiles), ambos guitarristas de aquellos álbumes. Las canciones de Esclarecidos estaban compuestas, musicalmente, de forma habitual, por todos los integrantes de la banda en el momento en que eran grabadas, pero las letras eran casi siempre obra del marido de la cantante, y en los comienzos del grupo baterista, Alfonso Pérez (“yo quiero ser arponera y pescar tus sentimientos”), quien declarara que componer en inglés cuando se habla en español “es una cosa tan ilógica que, pese a haberlo intentado, no me cabe en la cabeza. Y ni siquiera me parece síntoma de esnobismo, sino de vaguería, porque el castellano ha demostrado ser perfectamente válido para el rock”.


Todos sus discos aparecieron en su propia discográfica, Grabaciones Accidentales (GASA), fundada por ellos mismos a finales de 1981 junto a su primer productor, Paco Trinidad, y los miembros de Décima Víctima, donde, además de su propia música, se registró la de importantísimos grupos españoles como Duncan Dhu (también Cabaret Pop, el grupo de Diego Vasallo, uno de los dos miembros de aquel dúo memorable, junto a Mikel Erentxun), Seguridad Social, Los Burros (el inmediato antecedente de El Último de la Fila), Derribos Arias, Los Coyotes (la banda de Víctor Aparicio Abundancia), Lions in Love, La Dama se Esconde, Os Resentidos, Mar Otra Vez… Y también a algunas bandas y músicos extranjeros, los más destacados de los cuales quizás sean Wim Mertens y los influyentes Pixies, pero además Cabaret Voltaire, Cocteau Twins, Durruti Column, De La Soul y el multiinstrumentista y compositor argentino Lito Vitale.

Y aquellos discos de Esclarecidos fueron los dos primeros singles (no incluidos después en los elepés) y los siguientes siete álbumes (con sus respectivos singles).

Los singles que no fueron a parar al primer larga duración: Música para convenios colectivos y Pánico en la convención (ambos de1982). Ahí los conocí ya. Y me deslumbraron, pese a la deficiente producción y el sonido algo fofo.


Y los álbumes: Esclarecidos (mini elepé de siete canciones, de 1983), Esclarecidos 2 (cuando me hice fan incondicional, con aquella hipnótica Arponera, publicado en 1985), Por amor al comercio (donde sonaban maravillosas la que le daba título y Apostar, aparecido en 1987), De espaldas a ti (el de El club de los inocentes, Un agujero en el cielo y Una sorpresa, de 1989), Rojo (con su bellísima No hay nada como tú, 1991), Dragón negro (donde resplandecía La mala rosa, 1994) y su despedida discográfica en 1996, La fuerza de los inocentes.

De 1993 es su extraordinario disco recopilatorio Un agujero en el cielo, que incluía una canción que sólo aparecía en él, una hermosa versión del Heaven de Talking Heads titulada Cielo en la que podemos escuchar los coros de Marta Barriuso. Su letra traducía literalmente la que compusiera David Byrne: “Todo el mundo intenta llegar hasta el bar, el bar se llama Cielo… Cielo es un lugar donde nunca pasa nada… es duro imaginar que nada pueda ser ni tan excitante ni tan fuerte. Cielo es un lugar donde nunca pasa nada…”

Un año después de la grabación de su último elepé, Esclarecidos desapareció… Pero no del todo porque Saiz, Pérez y Cristina Lliso comenzaron su brevísima andadura con el nombre artístico de Lliso, de estilo muy basado en ritmos electrónicos y letras aún más incomprensibles que las de la banda primigenia: sólo sacaron un elepé, homónimo, y tres epés (que incluían siempre alguna canción de aquel álbum y sorprendían con versiones excesivamente singulares de clásicos como el A cántaros, de Pablo Guerrero, quien ya había escrito la letra de la canción La fuerza de los débiles; el April skies de The Jesus & Mary Chain; Strange kind of woman, de Deep Purple; A desalambrar, la canción de Daniel Viglietti que popularizara Víctor Jara; y Wand'rin' Star, aquel tema del musical La leyenda de la ciudad sin nombre  / Paint Your Wagon que popularizara en 1970 Lee Marvin...), todos aparecidos en 1997.

Quince años más tarde, como Cristina Lliso, la que fuera cantante de Esclarecidos reapareció con el elepé Si alguna vez, más en la línea, si acaso, de su grupo de los 80 y 90 que a la experiencia vanguardista de Lliso.

Todavía recuerdo con desconcierto la arriesgada versión de Estoy en la luna que Cristina interpretó en 1996 junto a El Drogas (entonces líder de Barricada) para el disco homenaje a Tequilla titulado Mucho Tequila¡

Yo los vi a Esclarecidos en directo en el Círculo de Bellas Artes madrileño el día 29 del mes de mayo de 1992. Creo recordar que me gustó aquel concierto, no sé si tantísimo como me gustaba escuchar sus canciones cada vez que sacaban nuevo disco. No era fácil verlos en directo, casi no daban conciertos, sus componentes principales no vivían de la música. Cuando en 1997 apareció su álbum de despedida, que era uno de remezclas de su La fuerza de los inocentes de un año antes, pero muy repleto de sonido dance, lo titularon 5658, que fueron los días transcurridos entre su primer concierto en 1981 y el ultimo, en enero de aquel 97.



Bonus track, the songs

Para la excelente revista musical Efe Eme, Carlos Pérez de Ziriza (que dijera de Esclarecidos que fueron “inigualables, irrepetibles, singulares, únicos”, además de “una de las bandas más elegantes que nunca dio el pop español”) seleccionó en 2017 las diez mejores canciones de la banda madrileña. Fueron estas:

 

Arponera (que se podía escuchar en Esclarecidos2, de 1985), En algún desierto (incluida en La fuerza de los débiles, de 1996), Una sorpresa (en De espaldas a ti, 1989), Hay (en Dragón negro, 1994), No hay nada como tú (en Rojo,1991), Bajo la nieve (de Esclarecidos 2, 1985), El club de los inocentes (en De espaldas a ti, 1989), La fuerza de los débiles (en el elepé de igual título, 1996), Las hormigas (otra incluida en De espaldas a ti, 1989) y Estoy esperando a mi amor (también de su último elepé, 1996).

 



Demasiadas canciones del último álbum, que para mi gusto no fue ni mucho menos el mejor, siendo como era un buen elepé.


Por su parte, otro excelente periodista musical, Fernando Neira, escogió para El País en 2020 las diez mejores de Esclarecidos (“presumían de amateurismo, pero fueron plato de alta cocina”):

 

Música para convenios colectivos (single de 1983); Arponera; Miles, Miles, Miles (en Esclarecidos2, 1985); Unas congas y un café (en Por amor al comercio, publicado en 1987, del que Pérez de Ziriza no había encontrado ninguna canción entre la decena memorable); Tucán (del mismo elepé, con letra de Javier Corcobado); El club de los inocentes; No hay nada como tú; Cielo (del recopilatorio de 1993); La mala rosa (de Dragón negro, 1994, asimismo escrita por Corcobado); y Estoy esperando a mi amor (de La fuerza de los débiles, 1996).

 



Neira y Pérez de Ziriza coinciden en cuatro canciones: Arponera, No hay nada como tú, El club de los inocentes y Estoy esperando a mi amor. Tres de ellas estarían en ‘mi lista’, las tres primeras. Con el segundo coincido también en Una sorpresa, y con Neira en Cielo y La mala rosa. En esa lista que podría hacer yo (de ocho canciones, eso sí), estaría también Por amor al comercio y Apostar.

 

Apostar, la cosa es apostar: once a uno, cuatro a tres, seis a dos.

Apostar, la cosa es apostar…

Y si puedo doblar mi apuesta, la doblaré por ti, y si sólo me queda un duro lo apostaré por ti.

Apostar, la cosa es apostar.

 

Comentarios

  1. Estupendo texto. Una puntualización: creo que el título del último disco es La fuerza de los débiles. Igual has mezclado con la canción El club de los inocentes. Un saludo y enhorabuena.

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    1. Gracias por tu comentario. En cuanto a la confusión que mencionas, más bien me temo que ha sido tuya, una confusión lectora. Saludos.

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