Tan lejos, aquella joya de Décima Víctima

Ojalá el silencio oscuro de la verdad esté a infinitos millones de sonidos de nuestros herederos. Tan lejos, tan final.

 


Año 1982. España. Madrid. Periodo histórico: Transición española a la democracia (finales). Periodo cultural: Movida (madrileña).

Dos músicos españoles (Carlos Entrena y José Brena) graban junto a dos músicos suecos (los hermanos Mertanen, Per y Lars) un single que lleva en la cara A un prodigio artístico muy de la época, muy afert-punk, oscuro, pero aun así puro brillo pop de ese triste que no entristece: esa joya es la canción Tan lejos. (En la cara B suenan otras dos: El signo de la cruz y Noviembre.) El grupo que forman los cuatro lleva un año ya tocando y se llama Décima Víctima.

 

 

Décima Víctima. Esto no puede ser un poema.

Primera víctima. Un verso duele sólo cada vez.

Segunda víctima. España en guerra, España en paz.

Tercera víctima. No hay tristeza siempre en la tristeza.

Cuarta víctima. Alegría elocuente de un corazón veloz.

Quinta víctima… Y así hasta el señuelo musical

de la Décima Víctima, de la conciencia y los huesos,

hasta la luz apagada y el beso en un párpado,

así para la magia de la vieja materia o para los juegos,

un misterio reflejado en espejos sin azogue…

Décima Víctima, siempre tan lejos. Ajena

al siglo XX, el de la guerra y la paz,

el del hacha y la sangre derramada

sobre las montañas rotas de perder

siempre el mar.

Esto no pudo ser un poema.

  


El sencillo, como el resto de la breve discografía de Décima Víctima (estarán juntos hasta 1984), lo publica Grabaciones Accidentales, S.A.: el sello más conocido como GASA, donde publicaron discos nada menos que Duncan Dhu, Cabaret Pop, Lions in Love, Os Resentidos, Esclarecidos (que habían fundado con los propis Décima Víctima y Paco Trinidad la discográfica), Seguridad Social… e incluso bandas extranjeras como Cabaret Voltaire, Pixies, Cocteau Twins, Durruti Column, De La Soul o Wim Mertens y Lito Vitale, entre otros músicos deslumbrantes. Y ha sido grabado y mezclado en los hoy tan memorables estudios Doublewtronics, producido por el propio grupo y el fundamental Paco Trinidad, con la colaboración del insustituible ingeniero (y también en otras muchas ocasiones productor) Jesús N. Gómez.

El bajo era cosa de Per, los teclados y la guitarra de su hermano Lars y la batería de Brena (que fallecería joven, en 1999). Carlos Entrena cantaba. Tan lejos la habían compuesto los cuatro.

Antes de llamarse Décima Víctima, el grupo era un dúo instrumental, Cláusula Tenebrosa, formado en 1980 por los Mertanen, al que primero se unió Entrena y, ya con el nombre por el que han pasado a esta pequeña posteridad del mundo pop, en 1982 sustituyeron la, entonces, tan (desgraciadamente) habitual caja de ritmos por una batería, que pasó a tocar Brena.

Lars Mertanen había formado parte, junto a Christina Rosenvinge, Edy Clavo (luego Gabinete Caligari) y Rodrigo de Lorenzo (esencia de Ciudad Jardín), de Ella y Los Neumáticos. Y Carlos Entrena venía de un grupo (aviso, voy a usar la palabrita:) seminal, Ejecutivos Agresivos, donde estaba el propio Trinidad, además de Poch (líder luego de Derribos Arias) y Jaume Urrutia (principal compositor y cantante de Gabinete Caligari, después).

Estamos por tanto en el corazón de la llamada Movida. La influencia de The Cure es manifiesta, pero hay algo fenomenal, de una frialdad ardiente, en aquellas canciones de Décima Víctima, específicamente en esta tortuosa delicia tan impostada como necesaria que es Tan lejos, algo sencillamente tan prodigioso como las sensaciones únicas que producen, una y otra vez, las maravillas del arte pop musical.

 

“Fue tanto tiempo que los dos,

cansados de bostezar,

decidimos vivir separados.

Al principio, lo más normal

se convirtió en obsesión,

descubriendo en qué había cambiado.

Ahora tan lejos...

Me hace daño creerlo.

Te echo de menos...

De corazón.

Sé que ya es tarde

para empezar de nuevo.

No hubo remedio,

Fue un error.

Era una forma de olvidar

aquéllo que fue peor

y quisimos no haber conocido.

Desde entonces nada es igual.

Tan distanciados tú y yo,

conociendo a nuevos amigos.

Ahora tan lejos...

Me hace daño creerlo.

Te echo de menos...

De corazón.

Sé que ya es tarde

para empezar de nuevo.

No hubo remedio,

fue un error”.

Jose María de la Brena Pastor/Per Mertanen/Lars Mertanen/Carlos Entrena del Pozo

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