Las canciones de Nino Bravo. Hoy: Mis noches sin ti

El cantante español Luis Manuel Ferri Llopis nació en la pequeña localidad valenciana de Ayelo de Malferit el 3 de agosto de 1944 y falleció en un accidente automovilístico en la conquense de Villarrubio el 16 de abril de 1973, catorce días antes de que yo cumpliera diez años. Todos lo conocíamos como Nino Bravo.

Su segundo elepé apareció en 1971 y se tituló con su nombre artístico, como de hecho se había titulado el primero suyo, un año anterior. Con seis canciones en cada cara, la A se abría con una poderosísima que sería el primer single extraído del álbum, Puerta del amor, y se cerraba con una grabada en los tres primeros meses de aquel año 71 que era una versión majestuosa de la canción de mediados del siglo XX Mis noches sin ti, compuesta por el paraguayo Demetrio Ortiz y la argentina, crecida artísticamente en Paraguay, María Teresa Márquez. Ortiz comenzó a componer en 1943 su primera guarania, Mis noches sin ti, antes de la aportación de la letra a cargo de Márquez, pensando en y dedicándosela a su madre. Tanto Ortiz como la propia Márquez la cantaron desde 1947. Y la versionaron la cantante y actriz argentina nacionalizada mexicana Libertad Lamarque y el español Luis Mariano, entre docenas de intérpretes y grupos. De hecho, pasa por ser la guarania más reinterpretada, con más de 200 registros grabados por otros artistas.

La interpretación de Nino Bravo, con esa música esplendorosa arreglada y producida por José (Luis) Torregrosa que la traduce al estilo de crooner pop del artista español, es portentosa. ¡Cómo no! Ya fallecido el cantante, en 1974, en una edición especial para México, Mis noches sin ti fue la cara B del single Te quiero, te quiero. Un año más tarde, también fue cara B de otra canción de mucho éxito: Amanecer. La remasterización del año 2016 de Mis noches sin ti es sencillamente espectacular.

        Sufro al pensar que el destino

logró separarnos.

Guardo tan bellos recuerdos

que no olvidaré.

Sueños que juntos forjaron

tu alma y la mía

y en las horas

de dicha infinita

que añoro en mi canto

y no han de volver.

Hoy, que en mi vida tan sólo

queda tu recuerdo.

Guardo en mis labios tus besos,

dulce ibaború.

Tu cabellera sedosa

acaricia mis sueños

y me estrechan tus brazos

amantes al arrullo

del cucurrucú.

Sueños que juntos forjaron

tu alma y la mía

y en las horas

de dicha infinita

que añoro en mi canto

y no han de volver.

Mi corazón en tinieblas

te busca con ansias.

Paso las noches pidiendo

que vuelvas a mí

porque sin ti

ya ni el sol ilumina mis días

y al llegar la aurora

me encuentra llorando;

mis noches sin ti,

mis noches sin ti.