De la Iglesia me hace reír con El cuarto pasajero

El cuarto pasajero es la película que estrenó en 2022 el cineasta español Álex de la Iglesia, coautor asimismo de su guion junto a su habitual compañero en estas lides Jorge Guerricaechevarría. Dura cien medidísimos minutos, lo cual siempre es de agradecer. Esta comedia-road movie (road trip, leo por ahí, también) con música original de Roque Baños y la espléndida fotografía de Rita Noriega está protagonizada por un cuarteto de actores que colaboran plenamente a que el defectuoso pero resultón guion y la dirección a veces atolondrada pero siempre muy dinámica den en una película más que aceptable: Alberto San Juan (muy entonado y en muchos momentos sublime), Blanca Suárez (admirable), Ernesto Alterio (sobreactuado, pero no tanto) y Rubén Cortada (sorprendente).

No estoy muy de acuerdo con el crítico cinematográfico de El Mundo, Luis Martínez, cuando nos invita a rendirnos ante un nuevo desbarre final, larguísimo final, del siempre interesante y atrevido De la Iglesia. Sí creo que es un “disparatado final de fiesta al que nos arroja el director”, sí considero que es “absurdo”, pero no “gozosamente absurdo”: eso sí, también opino, como él, que es “delirante en su desmedida, tan solemnemente ridículo, tan Ernesto Alterio en modo Ernesto Alterio”… Pero de rendirse ante ello nada, si acaso mirar esperanzado y ahíto los minutos que le quedan a otra película mal cerrada.

Como Javier Ocaña, a quien leo en El País, aprecio "el cine a borbotones del director”, que conste. Y también, al igual que Sergi Sánchez (de La Razón), disfruto de él su "costumbrismo esperpéntico”.

Con El cuarto pasajero me vuelvo a quedar a medias. Pero cuando me lo paso bien, me lo paso muy bien. A veces, eso puede valer.