El simulacro de Rafael Berrio (SanSebastián1963-2020SanSebastián)
¿Para qué amanece si el mundo real sigue en sus trece?
Es
preciso abolir el alma: contra la lógica, la flor del sinsentido.
(EL AMOR)
Pero el amor…
El amor es una cosa rara (en las lindes del fin).
Sé libre, sé mía; tú tienes a tu lado un ángel.
Y yo, a veces, te quiero para siempre.
Cómo iba yo a saber
esta verdad desnuda.
Dadme la vida que amo porque el mundo pende de un
hilo.
Mis ayeres muertos
en la negrura del universo.
¿Qué
se hizo de tu alegría de vivir?
La
vida cantó un réquiem, la muerte una nana.
(TU MUERTE de pulmonía bajos los puentes)
El animal que has sido,
como tus amigos borrachos distinguidos.
Tú, que en cada bostezo sentiste puesta cada fibra de
tu ser.
Violetas al viento, te fuiste, NIÑO FUTURO.
Tu arte fue largo. Corta fue tu vida. (El animal que
has sido.)
Considerando que no
estás muerto del todo…
Yo te absuelvo: sigue intacto todo cuanto amé de ti.
(Música de un poeta, poesías de un músico IRREPETIBLE)
Cuántos
objetos tuyos inanimados te sobrevivieron: ya son reliquias mudas de ti, sin
sentido, que dirán que has vivido. Tal es tu reputación.
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