Bollaín, Portillo, Tosar, Maixabel, el terrorismo etarra y el odio

El decimoprimer largometraje dirigido por la cineasta española Icíar Bollaín es también, como todo su cine, excelente. La película Maixabel, basada en hechos reales (el asesinato de Juan María Járegui a manos de la banda terrorista vasca ETA y la actuación posterior de su viuda, Maixabel Lasa, muy conocida, que consiguiría hablar cara a cara con sus asesinos) y estrenada en 2021, dura algo menos de dos horas y ha sido escrita por la propia Bollaín junto con Isa Campo, cuenta con las siempre recomendable música de Alberto Iglesias y la bellísima fotografía de Javier Agirre Erauso, pero sobre todo con dos actores de máxima categoría que en el film se muestran como suelen, brillantes, conmovedores: Blanca Portillo y Luis Tosar, muy bien secundados por un sensacional Urko Olazabal y una prometedora María Cerezuela, entre otros, como Arantxa Aranguren y Tamara Canosa, por ejemplo.

Maixabel ha recibido ya notables galardones, como los Premios Forqué a la Mejor actriz (Portillo) y al Cine y Educación en valores, los Premios Feroz a la Mejor película-drama y al Mejor actor secundario (Olazabal) o varios Premios Goya: a la Mejor actriz (Portillo), al Mejor actor de reparto (Olazabal) y a la Mejor actriz revelación (Cerezuela).

¿Para qué sirve perdonar? ¿Por qué mataba ETA? ¿Quiénes decidieron matar? Todas las preguntas que el horrible escenario de tragedia que dejó en España, sobre todo en el propio País Vasco, la actitud criminal presuntamente revolucionaria y justiciera de los nacionalistas vascos abertzales armados de armas y odio atroz son imposibles de responder sin los libros de Historia y, quizás, sin actividades artísticas como esta tan sensacionalmente humana, y convincente, que llevan a cabo Icíar Bollaín y todo su espléndido equipo.

Recurro una vez más a la estupenda Filmaffinity y leo en ella que el crítico cinematográfico de El Mundo, Luis Martínez, opina de Maixabel que "emociona desde la cruda sencillez” y es “una película tan profundamente desgarradora como precavida en su puesta en escena". Totalmente de acuerdo.

Carlos Boyero, por su parte, escribía en El País que "Icíar Bollaín gana una apuesta arriesgada con Maixabel y sale airosa de un territorio muy áspero”.

Finalmente, Javier Zurro (crítico de El Español) destacaba " la valentía, la honestidad y el acierto” de Bollaín a la hora de acercarse y acercarnos al controvertido asunto de la reconciliación y la necesaria explicación que los terroristas les deben a sus víctimas vivas. Y a las muertas. Y a toda la sociedad civil española.