Jesús Ordovás
Ordovás suena a música asumida, dada por bien empleada, de la que te deja atónito, de la que viene a hacerte mejor, a enmarcarte en el ámbito del pop.
Ordovás es el viajero que viene a verte y te trae todo lo que les habías pedido a los dioses del sonido con la sonrisa que deslumbra en medio de los afilados momentos del rocanrol y la grasa.
Gracias, Jesús Ordovás, gracias por sostener aún mi juventud con
la tuya y por esa generosidad genuina, ennoblecida y veloz, la de los
guardianes del ritmo.
¡Oh, yeah!
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