Supertramp

¡Cómo disfruté, disfruto, del grupo musical británico Supertramp, con sus fabulosos elepés de la década de 1970, como Crime of the century, Crisis? What crisis?, Even in the quietest moments y Breakfast in America¡


Es lógico, la música y su lógica de aleteos; muy lógico, las canciones lógicas, los sonidos lógicos, las melodías lógicas; todo tiene su lógica, todas las notas hilvanadas, todos los pentagramas ensangrentados; mucha lógica, la lógica de los seísmos, la de los telares analógicos, la lógica de las logias, la de los adoradores del diablo, la de los adoradores de la razón, la lógica de las vértebras y los verbos, la lógica de los versos adversos; es lógico, es muy Supertramp, incluso cuando mayor es la tranquilidad, la lógica del ocultarse uno en su concha, la lógica de las pizarras en las escuelas, el teclado de los pianos llenos de agua, los timbales y su lógica timbreante, las guitarras y su lógica de cuchillas; es todo tan lógico, tan efímero y tan sideral, los instantes lógicos, las horas lógicas, los amaneceres lógicos, la lógica de la muerte, la vida loca, la vida ló(gi)ca, lo que la vida es, una canción ilógica, una canción breve; give a little bit, nada más, en pura lógica.

Marzo de 1979, Madrid. Un instituto de Bachillerato. El mío. El cervantinista que nos da clases de Literatura, estamos en Tercero, se cambia de gafas y nos dice que si no nos da la impresión de que suena un piano. Es que suena un piano, el de Rick Davies. Se escucha una canción de Supertramp reproducida en un cassette de los de entonces. Tecnología guapa, guapa. El grupo acaba de sacar Breakfast in America pero lo que escuchamos, incluido el anciano catedrático, es Even in the quietest moments. El dueño de la cinta va a salir de inmediato a conseguir su copia del nuevo disco de su grupo favorito, reservada hace meses. Te lo puedes creer, había quienes se apuntaban para conseguir los discos de sus adorados músicos para poder escuchar sus novedades antes que nadie. Y sí, señor profesor, es como un piano, le decimos, qué cosas... Álvaro, córtate, le lanzo con mi sola mirada. Aunque, en el fondo me muero de risa. Pronto lloverá otra vez. Es lo lógico. 

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.