Los mejores discos de la década 2011-2020 (españoles o en español)
Vengo recopilando desde hace mucho tiempo (desde 1980, con algunos parones relacionados con la paternidad de mis hijos a finales del milenio anterior y al comienzo de este) unos listados de los discos que más me han ido gustando año tras año. Los repasé para recordar cuáles son los mejores elepés españoles recientes, de los últimos diez años, y dejar constancia de ellos. Son estos, son muchos (y muy buenos):
Loquillo:
Su nombre era el de todas las mujeres, 2011; el directo En Madrid.
Teatro Coliseum, 2012; La nave de los locos, 2012; El creyente, 2014; Viento del
Este, 2016; El último clásico, 2019.
The New Raemon: Libre asociación, 2011; Oh rompehielos, 2015; Quema la memoria, 2017; Coplas del andar torcido, 2020.
Vetusta
Morla: Mapas,
2011; La deriva, 2014; el directo 15151, 2015; Mismo sitio, distinto lugar,
2017.
Delafé
y Las Flores Azules: De ti sin mi / De mi sin ti, 2013; y
sólo como Delafé, La fuerza irresistible,
2016.
Lapido (compositor y miembro
muy destacado de 091): Formas de matar el tiempo, 2013; El alma
dormida, 2017.
Bunbury: Licenciado
Cantinas, 2011; Gran Rex, 2011; Expectativas, 2017; Posible, 2020.
Niños Mutantes: Náufragos, 2012; El futuro, 2014; Ventanas, 2020.
Xoel
López: Paramales, 2015; Sueños y pan, 2017; Si mi rayo te
alcanzara, 2020.
Lori Meyers: Impronta, 2013; En
la espiral, 2017.
Supersubmarina: Realimentación, 2011; Santacruz, 2012; el directo BCN, 2015.
Sidonie: El fluido
García, 2011; El peor grupo del mundo, 2016.
La
Habitación Roja: Fue eléctrico, 2012; La moneda en el aire, 2014.
Extremoduro: Material defectuoso, 2011; Para todos
los públicos, 2013.
Christina Rosenvinge: La joven Dolores, 2011; Lo nuestro, 2015.
Nudozurdo: Tara Motor Hembra, 2011; Rojo es peligro, 2015; Voyeur amateur, 2017.
Joe Crepúsculo: Nuevos misterios, 2015; Las nanas, 2017;
Disco duro, 2017; Supercrepus
II, 2020.
Maga: Satie
contra Godzilla, 2011; Salto horizontal, 2017.
Quique González: Delantera mítica, 2013; Me mata si me
necesitas, 2016.
Eladio y Los Seres Queridos: Están ustedes unidos, 2011; Orden invisible,
2014; Historias de caza, 2017.
Xarim Aresté: Polinèsies, 2017; Mercuri,
2020; Venus, 2020.
Nacho
Vegas: La
zona sucia, 2011; Cómo hacer crac, 2011;
Oro, salitre y carbon:
diez años de marxophonismo,
2020.
Víctor Coyote: Dos años luz y cuarto, 2011; Las comarcales, 2020.
Mikel Erentxun (que fuera miembro de
Duncan Dhu): Corazones, 2015; El hombre sin sombra, 2017.
Manos de Topo: Escapar
con el anticiclón, 2011; Caminitos del deseo, 2014.
Mi Capitán (donde se reúnen algunos de los miembros
de bandas tan destacadas como Standstill, Love of Lesbian y Egon Soda): Drenad el Sena, 2015; Un tiro por la salud del imperio, 2017.
Juan Perro (el grupo del principal componente
de Radio Futura, es decir, Santiago Auserón: El viaje, 2016; y Cantos de ultramar, 2020.
León
Benavente: 2, 2016; Vamos a
volvernos locos, 2019.
Ángel
Stanich: Antigua
y Barbuda, 2017; Máquina, 2018.
Tulsa: La calma chicha, 2015; Centauros, 2017.
Los Punsetes: ¡Viva!, 2017; Aniquilación, 2019.
Grupo de Expertos Solynieve (una de las
variadas manifestaciones artísticas de alguno de los miembros de Los Planetas):
El eje de la Tierra, 2012; Lucro cesante, 2015.
Triángulo de Amor Bizarro: Salve discordia, 2016; y Triángulo de Amor Bizarro, 2020.
Grises: De
peces y árboles, 2018; y Talismán, de 2020.
Además…
En 2011, Josele Santiago (figura principal de Los Enemigos) publicó Lecciones de vértigo e Iván Ferreiro (líder de Los Piratas con anterioridad) Confesiones de un artista de mierda; en 2012, los veteranos Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina grabaron La Orquesta del Titanic y Pegasvs iniciaban su carrera discográfica con su disco homónimo; y en el año 2013, Ariel Rot sacaba La Huesuda. De 2013 es el elepé de Standstill Dentro de la luz.
Más discos notables de 2014 (el año en el que Los Enemigos regresaban al panorama musical español con Vida inteligente): el fenomenal La grieta, de Jero Romero; 20 años Libertad 8, del cantautor Pedro Guerra (que había grabado sus primeras canciones con el grupo Taller ya a mediados de los años 80); y Revolución, de una banda magnífica de power-pop que llevaba años sin grabar, Los Hermanos Dalton (los responsables de una de las mejores canciones de todos los tiempos, quizá la más espléndida manera de justificar por sí sola toda la historia del rock, de la música pop: El cielo puede esperar, contenida en su elepé de 1994 Nada suena igual).
De 2015 también son La fe remota, de Fabián; Dadnos precipicios, de Egon Soda; Escandinavia, de Jorge Marazu (también periodista musical); Cuestión de intensidad, de Txetxu Altube; y Sonetos y poemas. Para la libertad, del prodigioso cantante de flamenco y copla Miguel Poveda.
Además de los ya relacionados, en el año 2016 destacaron elepés como el de Elefantes titulado Nueve canciones de amor y una de esperanza; o los de Juventud Juché (Movimientos); Muñeco (Teoría del cielo); Tórtel (Transparente); Depedro y su El pasajero; o el de Coque Malla, líder de Los Ronaldos (El último hombre en la tierra).
Joe la Reina grabaron el que para mí fue el mejor disco español del año 2017, Esas nuevas modas; un año en el que Helena Miquel (antigua componente de Delafé y las Flores Azules) El sol en la sombra; Neuman Crashpad; Carlos Cros La mayor defensa; Rufus T. Firefly Magnolia; Amateur Debut!; La Maravillosa Orquesta del Alcohol Salvavida (de las balas perdidas); Corizonas (la unión de los grupos Los Coronas y Arizona Baby) Más allá; los vetaranos Lagartija Nick Crimen, sabotaje y creación; Havalina Muerdesombra; Mishima Ira ires; Luis Brea & El Miedo Usted se encuentra aquí; y Vúfalo Historias del espacio-tiempo.
Más discos buenos españoles de 2018: el excelente elepé de Club del Río Sustancia (creo que el mejor de aquel año); Lluvia de piedras, de José Antonio García (cantante de 091); 10, de Javier Álvarez, el debut de Shica & Gutman; Astronauta, de Zahara; Tiempo de leones, de Beluga; Casi nada está en su sitio, del incombustible Víctor Manuel (que lleva desde la década de 1960 dedicado al mundo de la música, cantando, componiendo, cosechando éxitos, grabando magníficas canciones); Las tres tormentas, de Tórtel; Corazonada, de David Copper; Complejo Alquería Frailes 13, de Doctor Divago.
De los elepés publicados en España en el discográficamente excelente 2019 me permito destacar los siguientes: de Leiva (que junto a Rubén Pozo había formado años antes la banda Pereza) Nuclear; de Yo Ciervo La Guerra de la Independencia, vol. 2; de Santero y Los Muchachos Rioflorido; de Lígula El aire antes del viento; del magnifico Rafael Berrio (fallecido en 2020, despidiéndose con su hermoso EP) Niño futuro; de Anni B Sweet Universo por estrenar; de Desperados (que tras su andadura fabulosa décadas atrás, liderados por los hermanos Martín, Fernando y Guille, consiguieron por fin publicar este año su disco de 1992) Motel Martín; de Los Fusiles ¿Quién le escribe al coronel?, de Diavlo Diferente, de 091 (que habían vuelto afortunadamente a las andadas) La otra vida; de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba su disco de debut; de Luis Albert Segura Amenaza tormenta; de Nunatak Nunatak y las flores salvajes; de Viva Suecia El milagro; de Santi Campos & Herederos La alegría vol. 2; de Virginia Maestro Del Sur; de Lorena Álvarez Colección de canciones sencillas; y de Basurita Primer juramento.
2020 fue el año de los discos de Izaro (Limones en invierno), Confeti de Odio (Tragedia española), Belako (Plastic drama), Vermú (Cancionero estoico), David Broza (En Casa Limón), Grises (Talismán), Le Voyeur (Popnografía), Los Estanques (IV), Los Marañones (La máquina del tiempo), Alberto & García (Flores negras), Onofree (Land Incognita), o Alberto Montero (El desencanto), además de los ya mencionados con anterioridad (especialmente el excelente Las comarcales, de Víctor Coyote; EP, de Rafael Berrio; o Coplas del andar torcido, de The New Raemon).
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