Ir al contenido principal
Llega eso
que llamamos Navidad a las
pantallas e incluso
a los corazones, y la
respuesta siempre es la misma, el calor,
el odio, la perturbación, los sueños, todo revuelto
en esa masa sanguinolenta que somos
las muchedumbres de cerillas una a
una, cada uno
una cerilla, ardiendo
en la aridez del arrepentimiento, somos
esas cerillas sin duelo, somos una
estrella extirpada a una estirpe, a la
estirpe de los sapiens muy sapiens poco
sapiens, nada
sapiens, cerillas, óbitos y
nacimientos, el
nacimiento, el Belén, la muerte
y la eternidad jocosa, fecunda, feliz.
Llega la
Navidad y es un sinDios una vez
más, que si el
solsticio, que si
los sacerdotes y sus secuestros, pero no
hay manera de sentirla como lo
que la Navidad es, la fiesta
de sabernos vivos, obsequiosos, ignorantes
del desamor y la pérdida, la fiesta
de olvidarnos de la muerte, la
celebración de las vísceras alumbradas para
salvarnos de
nosotros mismos.
Grandes éxitos de Insurrección
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.