Uno, dos, tres, Billy Wilder otra vez
Es posible que sólo se hayan rodado unas cinco películas que yo haya
visto en mi vida más de dos veces (además de cuantas disfruté con mis hijos
cuando ellos eran pequeños, todas ellas infantiles, aunque la mayoría auténticas
genialidades de Pixar o así): una de ellas es la simpar Uno, dos, tres.
One, Two, Three, dirigida en 1961 por el mayúsculo cineasta estadounidense de origen
austriaco Billy Wilder, dura poco más de cien
vigorosos minutos y su prodigioso guion fue obra del propio director y de su habitualísimo
colaborador I.A.L. Diamond (otro
europeo, nacido en este caso en Rumania, emigrado a La Meca del cine) basándose
en la obra de un solo acto de 1929 Egy, kettő, három, del húngaro Ferenc
Molnár (también emigrado años más tarde a Estados Unidos), con una trama tomada
en parte de otra obra eterna, Ninotchka, la
película de 1939 coescrita asimismo por Wilder, dirigida por quien como Wilder había
huido del nazismo, el estadounidense de origen alemán Ernst
Lubitsch. Ninotchka, por cierto, fue escrita por Wilder, Charles
Brackett y Walter Reisch desarrollando una breve idea verbalizada en una
ocasión por el escritor nacionalizado estadounidense pero de origen húngaro Melchior
Lengyel, también dramaturgo y guionista cinematográfico.
La música de Uno, dos, tres es de André Previn y la fotografía
de Daniel L. Fapp. Y fue interpretada
majestuosamente por un divertidísimo James Cagney, un actor
en absoluto asociado al humor cinematográfico que aquí se muestra sencillamente
sublime como el rítmico y veloz gestor de la popular Coca-Cola que tiene la
cintura suficiente como para salir de todos los atolladeros en los que el
aceleradísimo guion le va metiendo. Estuvo Cagney (muy bien) acompañado por Pamela
Tiffin, Horst Buchholz, Arlene Francis
(brillante como la esposa del personaje interpretado por el grandiososo Cagney),
Liselotte Pulver, Howard St. John, Hanns Lothar, Leon Askin, Ralf Walter, Karl
Lieffen, Hubert von Meyernick y Red Buttons.
Filmaffinity recoge numerosas críticas escritas de esta obra de arte. Yo he seleccionado
estas.
"Magistral,
divertida, con algunos de los mejores momentos de la comedia americana de todos
los tiempos. Un clásico".
Fernando Morales: El País
"Con
un ritmo tan trepidante que no deja respiro. Cuando el espectador logre dominar
la carcajada comprobará que, en el fondo, maldita la gracia que tiene el
asunto. Una maravilla".
Miguel Ángel Palomo: El País
"El
ritmo es despiadado y el odio arraigado de Wilder hacia los alemanes nunca se
ha usado con un fin tan cómico".
Don Druker: Chicago Reader
"Celebra
al mismo tiempo que satiriza el imperialismo cultural americano".
J. Hoberman: Village Voice
"Lanza
innumerables ocurrencias sobre la Guerra Fría al mismo tiempo que es el
escaparate perfecto para James Cagney".
Gwen Ihnat: AV Club
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