
Se pregunta uno de los dos protagonistas de este cómic que va sobre el
tiempo, sobre envejecer, sobre el cuerpo y el espíritu:
“¿Desde cuándo las hojas de los árboles vuelven a subirse a los árboles?”
¿Acaba todo?
Te recomiendo disfrutarlo, leerlo, contemplarlo, sólo así conocerás la
historia del pececillo que soñaba con ver algún día el horizonte.
Cuando envejecemos, ¿somos fieles a los niños que fuimos?
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