Hoy cumplo 56 años

Cincuenta y seis. Cincuentayseis. 56. Cincuenta y seis años llevo sobre este escenario. Ahora que disfruto del más de lo mismo. De no buscar nada. Del regreso al hogar una y otra vez. Cincuenta y cuatro, cincuenta y cinco, cincuenta y seis. A su lado. Tres años enormes, colosales, tres años junto a ella en la avenida de los Gigantes.

Querría haber compuesto una canción para este 30 de abril del año 2019, el año de mi 56 cumpleaños. Una canción para el aire y el agua y el fuego y la compañía y la vitalidad entusiasta de Marga. Una canción de amor prendida en el vilo sobre el que ansiamos cada instante unidos sobre Madrid.

Mis padres, mis hijos, mis hermanos, los hijos de Marga, sus hermanos. Mis amigos. En mis 56 años hay mucha vida vuestra, mucho entusiasmo, amor, amistad. Palabras enormes. Cuca y Ricardo, desde la peculiar distancia que acumulan los años, seguís siendo el combustible con el que se pone en marcha mi vida moral. Arturo, María, vosotros sois el punto hacia el que la flecha de esa poderosa ética apunta una y otra vez. Sois parte de aquello que fue el mundo del que vienen vuestros abuelos, Cuca y Ricardo, pero también Daniel y Amparo, que en paz descansen.

El mundo no conoce las palabras exactas porque no conoce a las cuatro personas del poema de Ezra Pound que son sus depositarias. Imaginemos que sean éstas aquellas palabras: dejarles ser como aman.

Mucho es cuanto amo. Me importa saberlo. Necesito saberlo y hacerlo saber. Ella, Marga, sabe cómo soy. Ella me permite ser como amo porque lo quiere. Ella es la libertad.

Aprendo rápido, también olvido sin esfuerzo. Se resbala hacia la nada mucho de lo que fui, lo que quise y lo que quisieron, lo que no supe y lo que creí saber. Hacia la nada que es el pasado, esa incomprensible retahíla de instantes donde no sabíamos que íbamos a dar en ser lo que tal vez seamos.

Lo que tal vez sea yo. Uno es lo que cree que es, lo que cree que los demás creen que es y lo que los demás creen que es. Yo soy lo que las circunstancias me han permitido ser. No me puedo quejar. Voy a cruzar los dedos. Voy a pedir un deseo. No se va a cumplir porque la eternidad no nos merece.




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