Insurrección, de El Último de la Fila; LA CANCIÓN DEL MES

“¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité? ¿Quién no ha cantado alguna vez esa canción, una de las pocas que me sé completa, como ya he contado tantas veces, también aquí en este sitio que se llama…? Comencemos.

Barcelona. Los Rápidos, Los Burros… Y luego El Último de la Fila, el grupo musical español de pop liderado y básica y especialmente compuesto por sus dos más importantes integrantes, el cantante Manolo García y el guitarrista Quimi Portet. En los quince años transcurridos entre 1984 y 1998, El Último de la Fila vendieron millones de discos, llenaron, abarrotaron, numerosos espacios para conciertos, fueron grandiosos, pues combinaron el enorme tirón popular con la inmensa categoría de la gran mayoría de sus grabaciones, que gozaron de tal éxito que hoy resulta casi una cosa del pasado. Porque lo es. El pasado en el que comprábamos discos.

Incluida en su segundo elepé, Enemigos de lo ajeno, publicado en 1986, Insurrección fue la cara A de su primer sencillo (el segundo single de El Último de la Fila). En Enemigos de lo ajeno, uno de los mejores discos de la música pop española de todos los tiempos, brillaban otras joyas, por ejemplo, la fascinante Aviones plateados (‘y tú siempre dices que soy un alma del averno / tendré que darte la razón. tal vez sea cierto’).

No suena muy bien aquí la maravillosa canción pop que es Insurrección, pero quizás merezca la pena ver el videoclip que fue producido y estrenado por el programa de Televisión Española  La bola de cristal (un programa infantil y juvenil también exitoso, que hoy es un programa de esos de culto para la gente molona, que se emitió entre 1984 y 1988).

Hablando de televisión, de Televisión Española. Para saber sobre la canción Insurrección creo que lo mejor es que veas uno de sus programas, emitido el 11 de diciembre de 2014. Un capítulo de la maravillosa seria La mitad invisible presentado por Juan Carlos Ortega y dirigido por Blanca Flaquer. El lema de aquella entrega dedicada a aquel “himno de una generación fue:

“Algunas canciones perduran en el tiempo y por razones a menudo invisibles.”

Reproduzco a continuación parte de aquel guion…


“Es una canción corta, pegadiza, explosiva, sobre la que conoceremos lo esencial: el autor de la música, Quimi Portet, recrea el momento de componerla, con la misma guitarra de hace 30 años, y Manolo García, que escribió la letra, confiesa por primera vez y públicamente para quién o contra quién llamaba a la insurrecciónUn significado tan insólito que ni Quimi Portet lo conocía”.

El genial cómico y periodista (y tantas otras cosas) Juan Carlos Ortega charla nutrientemente con los artífices de la que sin duda es una de las diez mejores canciones cantadas en español de todos los tiempos. Pero también indaga en aquel milagro hablando con dos periodistas musicales, Jaime Gonzalo y Jordi Beltrán, “que valoran y contextualizan la canción”. Y con uno de sus más evidentes fans, Albert Balanzà, “un super coleccionista del grupo que lo tiene casi todo tanto de El Último como de las carreras en solitario de Manolo García y Quimi Portet”.

Puedes ver aquel programa EN ESTE ENLACE.


Cuando en el verano de 2017 me decidí a crear mi propia revista-blog no dudé cómo llamarla ni un instante: al igual que a Manolo me vino a la cabeza una palabra, un himno sin muertos.



¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie pero tu creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.
Barras de bar, vertederos de amor…
Os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contraluz.
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.
Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.
Manolo García

¿Dónde estaba yo entonces? En 1986, cuando Quimi y Manolo grababan Insurrección yo estaba protegiendo este país de países donde vivo, donde he nacido. Haciendo la mili, aquel servicio militar obligatorio que tantos ya podían esquivar legalmente en aquellos días de la democracia española asentada. Algo que yo no hice. Esquivarlo. Como tampoco pude esquivar aquel monumento sonoro.

Hace poco tiempo me decidí a escribir mi propia Insurrección. Esta:

Insurrección,
levántate y anda,
sé un hombre,
(sé una mujer,)
sé poco menos que un verso;
solivianta a los cadáveres,
dales sepultura
o saca de ellos lo mejor,
salta la barrera,
salta hasta ese techo tuyo
de cristal,
huye hacia adelante,
no mires atrás,
o serás la estatua de sal
que no escucha nunca
la música de los siglos;
sé un ensimismado,
sé un simio similar
a los demás simios,
araña la tierra,
araña la ciudad,
escucha las voces,
bebe de las fuentes,
reposa tu espalda
en los jardines;
insurrección,
desde donde estabas entonces,
desde el alba enamorada,
desde la vida atenta;
insurrección,
cierra los ojos
y mira la vida,
respira la vida,
huele la vida,
saboréala,
ahora
ábrelos:
insurrección
permanente,
eterna,
sublime,
redímete de las cunetas
de los otros,
de los fusiles de los otros,
de las canciones de guerra
de los otros,
de tus cunetas,
de tus fusiles,
de tus canciones de guerra,
súbete por las paredes,
grita,
grita,
grita
INSURRECCIÓN,
como si fueras a estar vivo
toda la vida

Escuchemos a El Último de la Fila cantar en directo INSURRECCIÓN: 

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