De música ligera, de Soda Stereo; LA CANCIÓN DEL MES

Soda Stereo fue (es, los músicos no dejan nunca de SER) uno de los grupos de música pop más famosos del mundo hispano. Se despidieron en un memorable concierto en 1997. Sus componentes sabían muy bien, supongo, quiero creer, que al cantar en su adiós la canción De música ligera incluso los que no estábamos allí lloraríamos agradecidos alguna vez en nuestra vida, si de verdad amamos la música. Su líder, Gustavo Cerati, anticipó la maravilla diciendo a su entregadísimo público: «tengo una buena canción para cantarles». Y al final, pronunció dos palabras mágicas: «gracias totales».

Cuando Marga Barrio escribió su maravilloso post ‘2017’ decidió comenzarlo así:

“¿Cómo explicar lo de este año? Hay un video del concierto de despedida de Soda Stereo en el estadio del River Plate.  Gustavo Cerati, delante de sesenta mil personas al final de su última canción, De música ligera, da las gracias y lo hace con un "Gracias... Totales".
Es cómo lo dice. Es la emoción inmensa”.

Es cómo lo dice. Los autores de la canción, que dura poco más de 3 minutos y medio, son Gustavo (Adrián) Cerati, la voz y la guitarra de Soda Stereo, y Zeta Bosio (Hector Juan Pedro Bosio), bajista. De música ligera apareció el 20 de julio de 1990 como cara A de un disco sencillo, el segundo extraído del quinto álbum de la banda, que llevaba ocho años haciendo música, el extraordinario Canción animal. Fue grabada en una sola toma, en un estudio de Miami. El otro miembro del grupo argentino Soda Stereo era el batería Charly Alberti (Carlos Alberto Ficicchia). 



Cerati contó que De música ligera “fue uno de los temas más instantáneos que tuvimos con Soda Stereo. Fue llegar a la sala, empecé a tocar el riff, y salió. Musicalmente, lo creamos los tres. La letra la escribí ahí mismo, no entera, pero parte sí. La mayoría de las veces la motivación para escribir, la inspiración, te sale de la misma música. La misma música tiene los ingredientes necesarios a la letra, hay algo de lo que me está hablando la música. En este caso era lo más liviano y lo más pop que podía imaginar, era como una canción que había estado guardada durante mucho tiempo ahí. Lo primero que siempre escribo es el estribillo, que aquí fue: "de aquel amor de música ligera". Después habla de la música en sí: "ella durmió al calor de las masas y yo desperté queriendo soñarla". ¡Es eso, es la música hablando! Entre nosotros sentíamos y sabíamos que ese tema iba a reventar. A veces lo sentís eso.”

Se ha escrito mucho sobre la impronta dejada en la música latinoamericana con raíces roqueras, sobre la música pop-rock cantada en español por Soda Stereo. Sobre su carácter de pioneros del éxito del rock hispanoamericano bastaría con incidir en sus éxitos en diferentes países, sus éxitos comerciales pero también su reconocimiento como un conjunto musical admirable.

Tuve durante años grabado en una cinta VHS este vídeo-clip: 


A la vigorosa canción de Cerati y Bosio no le falta una letra que admite interpretaciones. ¿Es una canción de amor y desamor? No. Aunque pudiera. «Nada nos libra». «Nada más queda». «Aquel amor de música ligera». Dejemos que hable el idolatrado, el muy querido y ya fallecido Gustavo Cerati:

“¡Mis padres tenían una caja de discos que se llamaba Clásicos ligeros de todos los tiempos donde había música de películas, obras clásicas y de todo, mezclando Mozart con Ennio Morricone. Esas palabras me habían pegado mucho y a mí me quedó sonando siempre la frase de "clásicos ligeros". ¡Todo el tiempo vuelvo a lo que hacía cuando era chico! Es un momento en el que salieron muchísimas cosas: ideas musicales, yeites con la guitarra y cosas que ahora no se me ocurriría hacerlas. Por otro lado, había participado en el disco Conga, de Daniel Melero, tocando en un tema que se llamaba Música lenta que decía: "serán los efectos de la música lenta". Y fue como una especie de respuesta velada, porque me impulsaron esa misma canción y los efectos de la música lenta. Después me acordé de los clásicos ligeros y de la música ligera, y empecé a escribir sobre lo que significaba un poco la idea del pop. Por un lado, no podés zafar de ello y siempre está bueno escuchar una canción así, donde no tenés ni qué pensar, porque simplemente está y te arrasa. Por otro lado, no es que te quede tanto, sino que es sólo un momento en la vida.” ​

Sobre el concepto música ligera, tengo algo que aclarar. No entiendo la confusión de los artistas cuando reproducen lo que entienden de la realidad por medio del alma creativa del arte pero sin el conocimiento real de la realidad. El historiador Justo Serna me ayuda a explicarme:

Música ligera fue una expresión corriente entre los críticos musicales de la España de los sesenta y setenta. En nuestro país se empleó genéricamente. Aludía al rock y al pop y con ella los locutores de radio se referían a los ritmos bailables, a esas canciones que duraban tres minutos o menos con estribillos pegadizos e instrumentaciones sencillitas. ¿Sencillito? No fue todo tan simple: ni las melodías eran tan esquemáticas ni las letras eran tan ramplonas. Del swing al rock, del folk al pop, muchas de esas canciones han reinventado el mundo, han afirmado valores de los que no se hablaba. Los ritmos de la música ligera son el fondo sonoro de varias generaciones y nos mueven, nos hacen movernos. Cuando alguien tararea música ligera siente, en efecto, una ligereza. Como si se le fueran los pies, como si no pudiera parar: dispuesto a taconear o a dar los pasos, dispuesto a seguir el ritmo.   

La música ligera no es arte despreciable. No es mero fondo, la sonoridad que tenemos asociada a un hecho. No es sólo un ritmo bailable, esquemático y repetitivo. La música ligera es cultura de masas, es un producto más o menos esmerado y de disfrute colectivo. La asociamos involuntariamente a un acontecimiento personal o común y, sin duda, se nos van los pies cuando empezamos a escucharla. Los creadores podrán ser más o menos virtuosos. O nada. Pero son los públicos quienes convierten una pieza de tres minutos y pico en fragmentos de un todo sonoro. El que escucha hace suya la canción, la tararea, la recuerda y en su evocación o repetición la vincula a una circunstancia emocional. Las emociones no son un subproducto de lo humano. Son estados del alma, si me permiten decirlo así. Son los humores que se escapan, exhalaciones del ánimo: y esta manifestación individual siempre es ruidosa y seguramente colectiva.”

Los críticos musicales de la España del tardofranquismo usaban la expresión música ligera, imagino que siguiendo, quizás sin saberlo, que es un marbete usado (¿creado?) por el pensador alemán del siglo XX Theodor Adorno, para quien era una categoría musical meramente industrial, aquella a la que desconsideradamente muchos llaman música comercial. Pero no creo yo que Soda Stereo criticasen con aquella joya ningún tipo de música, tal y como le hemos escuchado a Gustavo.

Gustavo Cerati, que desarrollaba su carrera en solitario tras, como él mismo escribió en la despedida de Soda Stereo, “cortar por lo sano”, sufrió un accidente cerebrovascular isquémico (un infarto cerebral, en palabras menos médicas) el 15 de mayo de 2010 mientras festejaba un reciente concierto suyo en el club Moulin Rouge de Caracas. Permaneció en estado de coma hasta que falleció el 4 de septiembre de 2014 en Buenos Aires. “Sos el ángel inquieto que sobrevuela / la ciudad de la furia”, escribió en un poema que le dedicó el músico argentino Luis Alberto Spinetta. ¡Tantos lloraron su desgracia¡

En 2013, el músico argentino (universal como Soda Sterero) Fito Páez le dedicó a Cerati una emotiva canción que era una carta a su amigo: La velocidad del tiempo. Formaba parte de su elepé Yo te amo, que grabó en los estudios de Gustavo Cerati. 


Ella durmió al calor de las masas
Y yo desperté queriendo soñarla
Algún tiempo atrás pensé en escribirle
Y nunca sortié las trampas del amor
De aquel amor de música ligera
Nada nos libra, nada más queda
No le enviaré cenizas de rosas
Ni pienso evitar un roce secreto
De aquel amor de música ligera
Nada nos libra, nada más queda
De aquel amor de música ligera
Nada nos libra, nada más queda
Nada más queda
Nada más queda
Nada más queda

 “No solo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde el comienzo. Algunos siguen hasta hoy. ¡Gracias... totales!” 

Cerati, fuiste DE MÚSICA. 

Postdata. Cuando el 15 de noviembre de 2017 la banda británica Coldplay actuó en Buenos Aires para grabar un disco suyo en vivo, eligió enardecer a su público con algo muy a lo grande. Interpretó De música ligera. Tras el éxtasis magnífico de los asistentes, su cantante y líder, Chris Martin, al acabar la canción, repitió el ya histórico Graciassss totaleesssss. Y, otra vez, “es cómo lo dice. Es la emoción inmensa”.

Comentarios

  1. que fenómeno fue la banda soda estereo como me gusto mucho toda su musica , en especial musica lijera ,mis recuerdos lindos cuando partia a la Montaña y los sabado en el campamento base de sierra de la ventana al pie del serro ventana donde estaba el campamento los sabado se armaba el baile y ponian los temas de soda estereo con musica lijera , por Dios que hermoso fueron esos tiempos , y como disfrute ,jamás olvidare esos momentos compartiendo Montaña con los temas de Soda Estereo ,obviamente hasta los días de hoy sigo escuchando esos hermosos temas ,Rulo Sandoval el andinista de BAHÍA BLANCA 25..6..2022..

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