Mary Shelley, Wollstonecraft, Godwin, Percy B y Frankenstein van al cine

Hay películas pretenciosas que naufragan y películas que naufragan por no ser pretenciosas. Mary Shelley es de estas últimas, pues a mi modesto entender se queda a medio camino entre la honestidad del batiburrillo de asuntos molones y la emocionada mirada de un(a) cieneasta enamorado de sus personajes.

De 2017 es la película británica Mary Shelley, de la directora saudí Haifaa Al-Mansour, autora del guion de este film resbaladizo y resbaloso junto a Emma Jensen. Hay en ella un apabullante intento de traernos a la vida la vida de la hija de la fundadora del feminismo (Mary Wollstonecraft) y William Godwin, el fundador del anarquismo (es un decir, son dos decires), la esposa de un poeta grandiosamente endiosado y la madre del monstruo de la contemporaneidad por excelencia, aquel que es un retrato del abismo que nos espera cuando no sabemos amar. Hay en ella, en esta película fallida que se hace larga y que oscurece la belleza hasta esmaltarla de aburrimiento, algo de la fantasía poética del romanticismo y un poco de aquel momento del pasado en el que el progreso aún parecía una estela divina en la que confiar.

La verdad es que, puestos a elegir, prefiero a la Mary Wollstonecraft (hija) de María Pilar Queralt del Hierro, quien en su ‘La madre en el recuerdo. Mary Wollstonecraft, 1759-1797. Mary Shelley, 1797-1852’ (perteneciente al libro que yo edité de ella para Punto de Vista Editores Madres e hijas en la historia. De las Agripinas a las Curie) la hace decir cosas como esta:

“¡Cómo te entendí entonces, madre! Cómo comprendí la necesidad de las mujeres de ser algo por nosotras mismas, de no vivir a la sombra del genio, sino poder asombrarle, seducirle con nuestras capacidades, compartir con él aquello que nos es más preciado: el talento. Me pregunto qué hubiera sido de mí sin la literatura cuando aquel amor arrebatado fue enfriándose. ¿Hubiese podido conjurar sin ella el fantasma del desamor?

A veces dudo. Tal vez alma y corazón están tan alejados que de poco sirve ocupar una, para suavizar las heridas del otro. Y, con la duda, me asalta tu recuerdo.”

Se me olvidaba, en la película, Mary Shelley está interpretada por la actriz estadounidense Elle Fanning. Y no sé si hace un buen papel, aunque por lo que sé de Shelley es más bien probable que sí lo haga.