Marte es mucho Marte

No había vida en Marte. Yo estuve allí. Este jueves. Y nada de nada. Lo que se dice vida, en Marte no la había. O eso me pareció a mí. Me vine con un palmo de narices. Yo ya lo sabía. Pero fui. Había que ir y yo fui. Pero nada. No hay vida en Marte.

A Bowie todo esto ya no le va a importar. Pero desde aquí te lo digo, David. No la había cuando cantaste tu canción. Vida en Marte. Claro que, dado que tú eras un impostor y no eras el marciano que decían de ti que eras, tú ya lo sabías. Aunque bien que hiciste la preguntita… ¿Hay vida en Marte?

Y mira que me joroba. Tener que ser yo el que os saque de ese error. El de los marcianos, el de la vida por minúscula que fuera. Subí allí. Me llevó unas semanas. Unos meses. Unos años, casi tres. Y llegué, vi y me convencí. Todos estaban muertos. Hace siglos. ¡Qué olor! Menos mal que llevaba escafandra, yo. Pero los sensores delataban aquella asquerosa pestucia.

Hoy puedo escribir que podéis quitaros eso de la cabeza. No hay vida en Marte. La hubo. Pero haberla, cuando todo aquello, no la había.
Ahora, bien os digo que hicisteis bien en mantener la llama de la esperanza encendida. Marte es mucho Marte.

O eso me pareció a mí.



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