20 MICRORRELATOS Y UNO DE REGALO (TOMA SIETE)

hubo un tiempo en el que ella simplemente no existía

nena, quiero casarme contigo, le dice el chico de New Jersey a la muchacha que pasea con la mirada extraviada un coche de bebé

es el abrazo a su hijo ya el mismísimo tiempo

la acrobacia le va a costar caro, la acrobacia y el alquiler del avión

estoy intentando aprender a montar en bicicleta se dice una y otra vez aunque sin éxito pues el casco, la chichonera, le impide escucharse

Bayo le pregunta por qué el árbitro sale con los jugadores de la Selección española y él le responde muerto de risa que no, que es Iribar

se sujeta firmemente a la barra del metro mientras piensa en lo lejos que está ya todo

¿dónde quedaron aquellos tiempos en que uno se cazaba su propia comida? le dice el viejo al niño que le mira estupefacto

he entrado en mi dormitorio para echarme la siesta y resulta que ya me la había echado

lenta e informe se adentra en el folio la palabra que será verso y luego poema

lenta e informe se adentra en la pantalla la palabra que será verso y luego poema

suele venir todas las mañanas a estas horas y sentarse ahí, donde le ve, a leer ese periódico que siempre es el mismo y no sabemos de dónde lo coge

dos simpáticos gatos zampan chuches en un plato, ajenos a los tigres y a su trina tristeza triguera

ay ay ay cómo se la lleva el río, cantaba mi madre cuando yo salía del colegio justo antes de cambiar el soniquete por aquel de tienesqueirmeaporunosrecados

¿qué habrá sido de todas aquellas ardillas que subían y bajaban de los árboles de El Retiro a troche y moche?

¿estás tiritando o tarareando? Es que no te escucho bien

le han solicitado que haga alguna declaración tras saber del galardón y ella únicamente ha acertado a decir “no tengo palabras, ni siquiera estas siete”

sufre de malditismo, el muy idiota

se enfada porque no consigue encender la lámpara y sigue durmiendo

está lloviendo, dice según entra y cuelga su chaquetón ante la mirada atónita de la vecina

una vez estuve a punto de pedirle en una Feria una firma de un libro suyo a Vázquez Montalbán, pero al final me dio vergüenza y me fui a comprar su nuevo libro donde no lo firmaba