20 microrrelatos y uno de regalo (toma UNO)


dejaré de amarte muy pronto, me estoy desprogramando, le dijo mirándole a los ojos que no tenía


el insecto insiste en el baile que no es baile que es su manera de entender la aniquilación


el rostro de ella es en la foto el de otra mujer, pero él lo observa porque olvidó el rostro de ella

menudo susto cuando se atusaba el cabello mirando su propia sombra y la silueta desapareció… como el Sol


sabían que se conocerían en persona: se esperarían hasta que la vida fuese lo que es

quiso alguien a su lado que le recogiese al caer, y la diosa andaluza hizo mucho más que eso: le llamó Sábado


sobre el caballo, el guerrero piel roja no siente el deseo de ser piel roja

un latido tenso, huraño hace por despertarle, lo consigue, le devuelve al mundo de los vivos de donde quiso fugarse

sueña en blanco y negro, lo sabe porque es un perro

los guantes le están grandes, las manos sufren (por el frío): nadie le dijo que cavar fuera a ser fácil, las tumbas es lo que tienen

he matado al dinosaurio al despertar

amarla antes de amarla / amarla después de amarla
amarla al amarla / amar a la mujer del sur en la penumbra / amarla a plena luz al amarla


un estertor tras otro en el lecho compartido, el sexo de ella, el de él, la vida y la muerte


llámame cuando puedas le había dicho y como no lo pensó cuando desplegó el móvil el camión ya estaba ahí


dale alegría a tu corazón, dile que la amas de forma inmisericorde, con la entusiasta presión del deseo, y que le den al miocardio infartado



escribe en cuadernos para niños que atesora en el interior de carpetas de cartón añil, y leer su letra y leer sus palabras me produce una ternura emocionante que me impulsa a desearla con más pasión cada vez

oirá el grito en ese instante final eléctrico, cuando ya no quede en el páramo más que el viento como señor impertinente, en la noche omnisciente

al igual que al escorpión le mató el carácter, al amante le mató el deseo, el ansia, la desprotección

se ha caído el servidor, le escuchó preocupado, y se ofreció a ayudarle a ponerlo en pie
(verídico)

pasean la ciudad por vez primera, ignoran que no han hecho más que empezar a amarse pero creen que no habrá nada mejor



hace verdaderos esfuerzos por no quedarse dormido y llegado un momento no sabe si sueña o si sueña que sueña, hasta que al final ella le despierta como un susurro 

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