La violencia de género, aquella ejercida habitualmente por un varón contra una mujer, se sustenta, viene motivada, amparada si se quiere, entre otras causas menos importantes, por la vigencia del modelo de dominio y sumisión reproducido durante milenios por el sexismo, tan presente continuamente en muchos aspectos cotidianos que es a menudo difícil de descubrir.
El
sexismo reproduce ese modelo al identificar los valores masculinos con el
dominio y los valores femeninos con la debilidad y la sumisión.
Una
manera adecuada, al alcance del sistema educativo, de prevenir la violencia es
enseñar a detectar el sexismo para, poco a poco, sustituir el modelo de dominio
y sumisión por la igualdad y el respeto mutuo.
Dado
que el sexismo resultar difícil de descubrir es, al mismo tiempo, difícil de
superar. Pero el sistema educativo sabe dotarse de actividades y contenidos
específicamente dirigidos a superar el sexismo para acabar con el modelo de
dominio y sumisión. Señores profesores, ahí tienen trabajo. Pero no están
solos.
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.