LARGA VIDA A ALBERTO CONTADOR, de José Antonio Pérez Pérez

Froome es un corredor superlativo, un campeonísimo como ha demostrado con sus victorias en el Tour y ahora en la Vuelta. Nadie le ha regalado nada y se merece todo el reconocimiento del mundo. Tiene un equipo fantástico, potentísimo, que le ha protegido en el llano y le ha hecho un gran trabajo en la montaña, controlando, marcando los ritmos de caza de los escapados.

Llegar a las faldas del puerto de ayer, NADA MENOS QUE EL YA EN POCO TIEMPO RECONOCIDO COMO MÍTICO ANGLIRU, con cinco gregarios de ese nivel es increíble. Tiene un estilo e incluso una estampa sobre la bicicleta que no me parece muy lucido ni estético, pero eso no resta ningún mérito a un ciclista mayúsculo. Corre de una manera muy cerebral, pendiente del potenciómetro que le ofrece datos concretos del nivel de vatios que puede gastar en cada kilómetro. Sabe hasta dónde puede llegar y donde debe levantar el pie para no reventar. No lo digo como demérito, todo lo contrario.

Pero AYER 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017 la gloria y el reconocimiento fue para Contador, por su trayectoria, por lo que ha conseguido (ganar en siete grandes pruebas) y por lo que ha hecho durante esta última edición de la VUELTA A ESPAÑA.

El rendimiento de Contador ha ido bajando en los últimos años, como ocurre con todos los corredores (con todos los deportistas cuando llegan a una edad). Ya no podía marcharse en los últimos kilómetros del grupo de los favoritos. Sus ataques no tenían la consistencia de años atrás. No podía mantener ese ritmo seguido durante cinco minutos para hacer un hueco que le permitiera ganar. Eso le obligó a cambiar de estrategia y a tener que atacar de lejos en los últimos años y eso mismo nos ha permitido disfrutar de jornadas inolvidables. Hacerlo el último día de su carrera como lo ha hecho hoy (lo lleva haciendo toda la semana), y en la etapa más mítica de los últimos años (como antes lo fueron los Lagos de Covadonga) solo está a la altura de los más grandes de la historia.

El nombre de Contador quedará grabado en la historia del ciclismo, no sólo por su brillantísimo palmarés, sino por su carácter y su valentía.

"¿Y usted por qué arranca en esa cuesta endiablada donde ya no tiene nada que ganar?

Porque estaba allí.

Larga vida a Contador y a toda la estirpe de héroes de eso tan loco que es el deporte.

¿Por qué se enfrentó a la vida?

Porque había que vivirla."

Salva Lorenzo