Lo que eres cuando lees

Lees las más de cincuenta mil palabras
que arañan la ciudad y son montañas
hasta convencerte de que todo cambia
como si tus venas no contuvieran más sangre
que la necesaria para mantenerte despierto ante ellas,
la precisa para ver con los ojos cerrados cuanto el libro convierte
en esa pesadumbre serena de acontecimientos como terremotos de rosas;

lees las más de cientocuarentaydos páginas
que abrazan melodías y fueron sueños
para disfrutar del pasado cuando es sólo pasado
con el desapego mortal de saberte innecesario y elocuente
o con la pericia indolente de quererte enamorado y del todo futurible,
un vertiginoso abismo hacia los cielos donde esta brisa que te colma se hace a sí misma,
para enajenarte con la suavidad de las sombras iluminadas por la escritura de un dios como tú.

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.