El Imperio bizantino deja de existir a
mediados del siglo XV ante el avance islámico, esta vez de los turcos otomanos.
Parece la espoleta decisiva para la expansión
europea hacia lo que no es Oriente (y hacia Oriente también, ya puestos). Europa, más a Occidente, descubre América. Un Nuevo Mundo
aparece y el mundo es ya un nuevo mundo.
Descubrir, explorar, conquistar,
colonizar, dominar, explotar. Explorar
para explotar. Y Dios baja algunos enteros a costa de nuestro ascenso,
humanos que alumbramos el Estado moderno
mientras la cristiandad se parte en otros dos trozos de los que nace el protestantismo.
Tiempos
de Renacimiento, de un humanismo todavía con mucho Dios, tiempos
del Imperio español en el que no se
pone el Sol, tiempos de sustituir la fe como motor de los siglos por la
ambición.
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.