Uno lee libros por diversas razones, para asombrarse es una de ellas. Lo que siguen son asombros provocados por los libros que leo.
La
Guerra Civil española
“Cuando en mi casa se referían a
alguien que no pertenecía al entorno familiar o a las amistades más estrechas,
si se querían resaltar sus virtudes, se decía: «Una buena persona, no mató a
nadie en la guerra»”.
Antonio
Soler: El día del lobo,
2024
Peter, Paul & Mary
“Se oía música en segundo plano:
Peter, Paul & Mary cantando el «Lemon Tree» del remoto 1965. «Le-mun tree,
ve-ry pritty / and the lemun flower is sweet…». Desde donde estaba, en pijama,
observando por la ventana que daba a la calle al empleado de la Elizabethtown
Water, que subía a la acera para leer el contador del agua, mi memoria dio un
salto hacia el rostro de la ultrasensual Mary, con su boca cruel, primitiva, el
pelo rubio escalado, la voz de contralto prometiendo un coito sin tonterías por
el que uno renunciaría a toda su dignidad, aun a sabiendas de que no iba a
estar a la altura. Muy distinta de como acabó su vida años después,
irreconocible y envuelta en aquel sayón informe. (¿Cuál de los otros dos era el
exhibicionista? Uno se fue a vivir a Maine.) «… but the fruit of the poor lemun
is im-poss-i-bul to eat…». […]
Un cristal que se cerraba
automáticamente sorbiendo el aire. La pobre Mary se quedó callada como la losa
bajo la que está enterrada”.
Richard Ford:
Francamente, Frank (relatos), 2015
¿La Reconquista?
“El término «reconquista» es un
término inapropiado, quizá, que se ha utilizado y del que han abusado
esencialistas de diferentes tendencias, todos barriendo para casa a través de
los laberintos ideológicos de los dos últimos siglos: «La moralización siguió
muy de cerca los pasos de la simplificación» (Richard A. Fletcher, «La Alta
Edad Media, 700-1250», en Raymond Carr (ed.), Historia de España, 2007).
La idea de una «reconquista» es la leche materna para algunos católicos
conservadores y nacionalistas que interpretan España como una nación
eternamente cristiana que se vio en la necesidad de recuperar de los moros
infieles las tierras que habían conquistado egoístamente. A la inversa, e igual
de predecible, el término es carne roja para los laicistas modernos que ven
cualquier cosa que se parezca a una «cruzada» como un palo con el que golpear al
cristianismo por su derrocamiento de una época aparentemente dorada y cordial
de armonía interconfesional, ignorando el hecho de que la mayor amenaza para el
al-Ándalus omeya no procedía de los cristianos, sino de las disensiones y
rivalidades internas y de la secta islámica almorávide, mucho más radical”.
Luke Stegemann: Madrid: historia de una ciudad de éxito, 2024
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