El cine conmovedor y entrañable de Avelina Prat brilla en Una quinta portuguesa

La película española Una quinta portuguesa es el segundo largometraje dirigido por Avelina Prat, después del interesantísimo Vasil, ambos escritos también por ella. Ambos puro cine reconfortante.

Estrenada en 2025 y de casi dos horas de duración, la música de este drama amable estuvo a cargo de Vincent Barrière y la espléndida fotografía (protagonista de la película) fue obra de Santiago Racaj.

¿Quiénes somos, de dónde somos? ¿A dónde queremos ir? ¿Con quien y dónde queremos estar? Esas son las preguntas que surcan emocionalmente La quinta portuguesa, espléndidamente protagonizada por un excelente Manuel Solo, muy bien acompañado por María de Medeiros, y especialmente por Branka Katic, pero también por Rita Cabaço, Bianca Kovacs y Xavi Mira.

Esta bella película esparce un “cautivador lirismo de la cotidianidad” (como escribiera el crítico cinematográfico Javier Ocaña en El País), es “un precioso drama sobre la identidad y la bondad” (a decir, con toda la razón del mundo, de Pepa Blanes en la Cadena SER) dotado de, como le leo a Sergi Sánchez en La Razón, una “placidez imprevisible”, para acabar siendo (en palabras de Salvador Llopart para La Vanguardia) “un enigma tranquilo, civilizado”, entrañable y conmovedor.