El esplendor de los Stray Cats
Conocí la música de los Stray Cats cuando empezaron a grabar aquellas canciones suyas roqueras tan absolutamente bestiales y bailables. Debió de ser, como tantas veces, el periodista radiofónico musical Rafael Abitbol quien me los presentó. Tener 17 años y vibrar con aquella música: fue maravilloso. Y no, no necesito volver a los 17. Me pongo a los Stray Cats y ya.
Cuando se juntaron en 1979 el guitarrista y vocalista Brian Setzer (nacido en 1959), el contrabajista Lee Rocker (nacido, como Leon Drucker, en 1961) y el baterista Slim Jim Phantom (James McDonnell, también del año 61) —unidos por la ya antigua música rockabilly, en la pequeña localidad de Massapequa (donde nacieron los dos primeros y crecieron los tres), ubicada en la neoyorquina Long Island—, nada de lo que hacían tenía relación alguna con lo que entonces era la música pop. Intentaron hacerse un hueco tanto en Nueva York como en Filadelfia, pero en el verano de 1980 decidieron largarse nada menos que a Londres, al otro lado del Atlántico, donde parecía resurgir aquel estilo que ellos iban a resucitar por completo (durante unos años).
Me contaba hace poco mi amigo Salva
Lorenzo que “eran tan buenos que incluso le gustaban a un mod como yo: los vi
en el Gran Musical, una madrileña mañana de domingo [de febrero de 1982].
Camuflado entre los rockers”.
Stray Cats, con esas pintas suyas tan molonas, fueron capaces de volver a traer a la actualidad a la música rockabilly a principios de la década de 1980, insertándola, a base de inyectarla trallazos de rhythm’n’blues, entre los éxitos más notables de la música pop del momento. Ligera era su música aunque sobre todo podía ser, y lo era aún más, sólida de una manera atractiva y poderosa, vibrante, puro rocanrol primigenio perfectamente actualizado, con esa guitarra… Gene Vincent, Eddie Cochran y, por supuesto… Elvis Presley. También Buddy Holly, algo menos, y Jimmy Reed.
En febrero de 1981 sacaron su primer
elepé, llamado como ellos (donde estaban las impresionantes Runaway boys, Rock this town, Rumble
in Brighton, Storm the embassy y Stray cat strut), producido
por los tres miembros de Stray Cats y por el destacadísimo músico británico
Dave Edmunds (productor de varios álbumes de la banda) y, antes de acabar ese
año, el segundo (Gonna ball). Tras separarse en varias ocasiones, el
noveno se publicó en 2019 y se titula 40, el primero suyo desde Original
cool¸ de 1993.
De aquel álbum de debut (Stray
Cats), treinta años después de su publicación. el músico español Igor
Paskual contó en la imprescindible revista musical Efe Eme que le voló
la cabeza cuando lo escuchó por vez primera:
“Era lo mismo que
llevaba oyendo desde los 12 años, pero más fuerte, más alto y, por suerte, no
más rápido. En el tejido fino de sus canciones se entrelazaban hilos de The
Clash, Louis Jordan, Mel Tormé y Johnny Burnette con colores del sello
Imperial. Había todo un universo por descubir, podrías vivir en ese disco
durante años. Era una obra maestra y, aunque definía un momento, tenía la
virtud de que podía haber sido grabado en cualquier década y nunca sonaría
extemporáneo”.
No envejece aquel disco, no. Opino lo
mismo. Su éxito, sigue Paskual, “es el mayor triunfo que un artista pueda
imaginar: ser muy antiguos y muy modernos”. Stray Cats eran precisos y
salvajes a la vez, también punks y virtuosos, “miraban hacia el
futuro y hacia el presente”.
Brian Setzer, por su parte, tiene una
brillante y numerosa (más de veinte elepés) discografía en solitario (o dentro
de la espectacular The Brian Setzer Orchestra y su roquero revival del swing).
El pequeño sello discográfico madrileño Skinny Records (especializado en rockabilly) publicó en 2002 un álbum de homenaje español a los Stray Cats producido por el músico y compositor Lauren Jordán (muy vinculado a ese estilo de música), que también se ocupó ese miso año de un homenaje de artistas españoles al propio Elvis Presley titulado From Spain to Memphis. Quienes tocaban las canciones más habituales de la banda (versiones y originales) en aquel Homenaje a Stray Cats fueron Carlos Segarra (líder de los emblemáticos Rebeldes), Gatos Locos, General lee, Correcaminos, Lonely Cats, Crazy Legs, Sastería Andrés, Massapequa Trío, Hellbilly Club, Dixie Rock Band, Lucky Dados y los Pink Cats.
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