Ir al contenido principal

Los Chiripitifláuticos (por Guillermo Jiménez)


Lejanías

Locomotoro decía hola amigüitos mientras saludaba sin que se le despeinara la boina.

Yo me agazapaba entre las gafas de Valentina dulce y fina como una mandarina,

mi amor sería eterno porque Valentina iba de blanco, tenía un cinturón de los anchos y lo sabía todo de todo.

Barullo correteaba por doquier pero lo ignorábamos porque era pequeño y negro, nos decían que era negro porque qué más daba.

El Capitán Tan era importante porque nos imponía con su sombrero que parecía un casco y tenía una camiseta a rayas horizontales.

Poquito y Mucho eran dos payasos contrapuestos y sin gracia,

que se tropezaban, caían y no estaban nunca quietos.

Los Hermanos Malasombra eran dos pistoleros chapuzas que, decían, eran malos de verdad.

Y si vestían de blanco se convertían en los Hermanos Buenasombra.

El Tío Aquiles con las fibras de la vejez en los pliegues de su cara era entrañable y, para nosotros, senil, flaco y despistado.

Nunca supimos ser infelices en blanco y negro con Los Chiripitifláuticos.

Pero la verdad, cuánto frío, la lejanía.


Comentarios

Grandes éxitos de Insurrección

Échame a mí la culpa, (no sólo) de Albert Hammond; LA CANCIÓN DEL MES

Adiós, Savater; por David Pablo Montesinos Martínez

Dostoievski desde el subsuelo