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Una película con guion de Nick Hornby


La película estadounidense Alma salvaje fue el octavo largometraje del director canadiense Jean-Marc Vallée, estrenado en 2014, un año después de otra de sus películas, la extraordinaria Dallas Buyers Club.

Si tuviéramos que guiarnos por la opinión del crítico cinematográfico Luis Martínez, Alma salvaje sería, como escribiera en El Mundo, “una historia de redención tan atractiva por fuera como convencional por dentro”, y es que para él “buena parte del cine de Vallée” está dominado por una “rara combinación de grandilocuencia, falso naturalismo y, lo más triste de todo, obviedad”. Puede que tenga razón. A mí Alma salvaje me pareció en muchos momentos algo demasiado elemental. Mucha autodestrucción, mucha redención. Mucha familia, mucho amor, mucho trauma… Demasiado de tanto, demasiado simplemente abordado. Claro que Jordi Costa fue aún más lejos cuando escribió en El País que “es el tipo de película donde cualquier detalle activa explícitos y pirotécnicos flashbacks, que convierten el pasado del personaje en carnaza para el sensacionalismo de videoclip”.


Alma salvaje
(originalmente, sólo Wild) fue muy bien escrita por el gran novelista británico Nick Hornby, basándose en el libro autobiográfico de Cheryl Strayed (el segundo suyo), aparecido en 2012, Wild: from lost to found on the Pacific Crest Trail (que cuenta el solitario recorrido para reencontrase a sí misma que llevó a cabo Strayed, a sus 28 años, sin experiencia al respecto, de más de 1.600 kilómetros por el estadounidense Sendero de la Cresta del Pacífico, que entre otros desoladores territorios atraviesa el desierto de Mojave y sube hasta la frontera canadiense, desde la frontera con México, por los estados de California, Oregón y Washington) traducido al español ese mismo año como Salvaje).

Ese guion es quizás lo mejor, además de la bonita fotografía de Yves Bélanger (cómo se presta lo que vemos al lucimiento fotográfico, puro paisajismo, pura humanidad en la espléndida naturaleza) y, por supuesto las grandes interpretaciones de su protagonista Reese Witherspoon y de Laura Dern (como su madre).

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