Formas de contar la verdad: la Araña de Jon Bilbao
Araña es el título de la séptima novela del escritor español Jon Bilbao, la magnífica continuación de Basilisco, de la que ya escribí que era “un libro formidable, de una reciedumbre mayúscula”. Como lo es Araña, publicada en 2023, a la que no le pongo el reparo que le puse a su antecesora sobre si es o no es una novela. Porque Araña es una novela. Una novela magnífica, con sus pequeños defectos (algunos descensos a la simpleza del folletín menos literario, pocos) y sus grandes virtudes (un lenguaje exquisitamente recio y un equilibrio armónico envidiable).
[…]
John y Jon. John en el Oeste americano (estadounidense, entiéndaseme) del
siglo XIX y Jon en la España, en la Ribadesella, del siglo XXI. Un personaje y
un autor que es también un personaje. De nuevo.
John Dunbar, el Basilisco, también como personaje en sí mismo dentro de la
propia novela.
“Escribo libros, dijo mientras
comía. Novelas de la Frontera para la gente del este. Ya sabes. Cuatreros
embozados. Damiselas atadas a las vías del tren. Más de cincuenta novelas.
Hablaba sin mirar a Dunbar, pero
manteniéndolo en el borde de su campo visual. Había dejado el revólver sobre
una manta, al alcance de la mano. Le explicó que había escrito varias novelas
sobre él. Eran las que más éxito habían tenido. Las aventuras del Basilisco
gustaban mucho a los lectores de Boston”.
Hay mucho vigor y una destreza rítmica endiablada en la narración de Bilbao
cuando cuenta la historia del Basilisco (la de John Dunbar, a quien alguien le
dice que nunca ha considerado la felicidad como una opción):
“En la playa irrumpió el Basilisco.
Su caballo galopaba levantando arena, los ollares dilatados por el aire marino,
inédito para él. El Basilisco sujetaba las riendas con los dientes. En cada
mano un revólver. Los Que Ríen abrieron fuego. La visión del Basilisco los hizo
retroceder hacia el agua a la vez que apretaban el gatillo. John Dunbar los
siguió. Parecía decidido a matarlos a quemarropa y de ningún otro modo.
Contagiaba de rabia al caballo, que mordía caras, arrancaba labios y mejillas.
Sus dentelladas restallaban con más fuerza que los disparos.
[…]”.
Las dos novelas que hay dentro de Araña (como las dos que existían
en Basilisco) se acercan la una a la otra sin que nada de cuanto ocurre
en ellas se aproxime. Bueno, en realidad sí, por eso me gustaría que leyeras
ambas.
“El padre apoyó las manos en la
cadera y adoptó aquel gesto a lo Charlton Heston: enseñar los dientes en parte
con desafío, en parte con decepción por la necesidad de desafiar, en parte con
placer anticipado por la victoria. Sin dejar de mirar al techo, caminó
alrededor de donde había estado la cama”.
“Es que ya no escribo”, le dice Jon a su padre. Jon, que “antes mantenía controlada a la araña escribiendo”, emparedándola en historias, dejando que “los personajes lidiaran con ella”. Pero nada de eso funciona ya: “cargo con ella a la espalda; yo y nadie más”.
La araña de Jon y la Araña de la historia de John. La ARAÑA.
John Dunbar, que le pregunta a un sueño ¿qué es la Araña? Y a quien ese
sueño que es su némesis, el indio Lengua Azul, le contesta que “es un poder
venido de lejos, quizás en respuesta a una llamada formulada sin saberlo”.
“Para ti, la Araña es un
basilisco”.
Al fin y al cabo, como ese mismo sueño que es Lengua Azul hablándole a John
Dunbar le dice que lo que él cuenta “es una forma de contar la verdad”, lo que
escribe Jon Bilbao, lo que escriben los personajes que escriben en estas dos
novelas suyas con el Basilisco como protagonista es una forma de contar la
verdad. La verdad de las novelas.
[…]
Este texto pertenece a mi artículo ‘Araña, otra (extraordinaria) novela de Jon Bilbao’, publicado el 16 de octubre de 2023 en Letras 21, que puedes leer completo EN ESTE ENLACE.
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