Leo que el sonido de las canciones del grupo estadounidense de rock Algiers ha sido etiquetado a veces como "alma distópica". ¡Vaya! A mí me encantan, llevo años colocando sus elepés en lo más alto de las listas que me cuido de hacer cada año de cuanta música (pop) escucho día tras día.
Alma distópica. Esta banda post-punk y socialmente implicada, preocupada
(se ha escrito que sus letras son “formalmente anticapitalistas”), de la ciudad
de Atlanta lleva desde 2009 descargando sus trallazos de rocanrolero hip-hop industrial,
afrobeat y góspel. Algiers (en inglés, ‘Argel’, la ciudad norteafricana capital
de Argelia que muchos, ellos mismos, sin duda, consideran un ligar señero de la
lucha anticolonial, un sitio simbólico de integración de violencia, racismo, resistencia
y religión) nació después de que el guitarrista Lee Tesche y el bajista Ryan
Mahan se unieran con el vocalista y guitarrista Franklin James Fisher, líder
negro de la banda muy comprometido con los problemas raciales que conoce muy
bien. Los tres crean su música, de manera que además, todos tocan percusión y
teclados, y hacen la programación de la batería. Poco antes de trasladarse a
Londres, grabaron su primer single: Blood. Era el año 2012
Su primer elepé, llamado como la banda, Algiers, es de 2015. Dos
años posterior es The underside of power, que es el primero que yo
escuché de ellos. En 2020 publicaron otro disco prodigioso, su tercer álbum: There
is no year. Y una nueva maravilla de sonido absolutamente moderno y
poderoso, en el filo de la herencia del rock, apareció a comienzos de 2023, su
cuarto elepé: Shook, nuevamente una de las mejores grabaciones de la
música pop creada en el mundo, puro sonido Atlanta, si tal cosa
existiera. Escribe Mateo Ismael Ruiz en Pitchfork que “el grupo suena
más natural en su punto más oscuro: el gruñido reverberado de las guitarras,
los sintetizadores coloreados con suciedad y mugre. Se benefician de la
percusión virtuosa de Matt Tong, que se siente más suelta y viva que cualquier
caja de ritmos. Si bien gran parte de su trabajo inicial se atuvo estrechamente
a las estructuras estándar de las canciones pop, parecen menos restringidos que
nunca por las convenciones”.
Pero, por encima de todo, Algiers tiene un mérito morrocotudo, la estrepitosa música de Algiers sólo puede ser definida de una manera. Es música Algiers. Nada más y nada menos. Déjate conmover por su ferocidad artísticamente impecable. Pura energía musical y social y políticamente consciente.
“Shook es un disco que exuda
entusiasmo, sudor y esfuerzo: música para el corazón, la mente y el cuerpo del
más alto nivel”.
Luke Turner en The Quietus
Dos de las portentosas canciones de Shook son Everybody shatter,
donde aparece el rapero y griot de Atlanta Big Rube; e Irreversible damage,
cantada por Zack de la Rocha, el activista y líder de Rage Against the Machine.
Everybody shatter
“Forma y sonido: olvidémonos
de temer. Cierra los ojos y los oídos. Grita y grita. Aunque intentes ahogarlo,
no permitirá que dejes de oírlo. Giraremos durante un breve instante, pero
todos acabamos en las lágrimas.
Baila. Quiero bailar. Quiero
bailar hasta que suceda eso de que, como vidrios rotos, todo el mundo se
derrumbe y se haga añicos. Hasta cuando ni siquiera importe que lo dejes de
hacer.
Nos destrozamos. Todos
caemos. Es una señal de los tiempos.
Nos destrozamos. Todos
nos agrietamos tratando de caminar recto.
Nos destrozamos. Todos
caemos. Es una señal de los tiempos.
Nos destrozamos y nos
quedamos donde todo se rompió para siempre.
Aplaudiendo y pisando
fuerte. Es el comienzo del final que ves. Así que vamos a bailar.
Demasiados de nosotros
temblamos. Desafíos emocionales abrumadores alimentando el temor y la
desesperación.
Hambre de amor y,
alimentando el odio, generando separación, nos encarcelamos a nosotros mismos.
Las respuestas a todas
nuestras preguntas en la vida que tienden a ser pasadas por alto están a
nuestro alcance. Sin embargo, seguirán pasando mientras nos estremezcamos”.
Irreversible damage
Se acabó el tiempo. Se acabó el
tiempo. Es hora de irse, debería haberlo sabido.
Lo vi dentro y fuera del tiempo: una
ramera de siete cabezas envuelta en escarlata con diez cuernos, ataviada con
inmundicia y oro. Abominación y fornicación incalculable, ahora mira a la
ramera tropezar…
Deberías estar gritando y sonando como
la alarma que ignoras, es demasiado tarde para cambiar el tiempo ahora. Demasiado
tarde para evitar que el pasado llegue.
Las catacumbas te envolverán. (No me
despiertes.)
Se acabó el tiempo. Se acabó el
tiempo. Daño irreversible: algo real se ha movido en el aire, es insuperable.
¡No puedo soportarlo! Devolver el
ataque…
Esto es una recaída, ¿qué será, Dios?
No hay rehabilitación para mi yihad, un éxtasis en una tormenta de dolor.
Un lugar para lavar este dolor.
Y el espejo se rompe en una cara.
Y he visto suficiente.
Se acabó el tiempo. Se acabó el
tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios maleducados o emitidos por personas con seudónimos que les oculten.