Qué gozada el documental de Netflix sobre Brian Wilson, Long promised road , dirigido por otro Wilson, Brent. Mientras un anciano Brian recorre la costa californiana en el coche de su amigo Jason Fine (editor de Rolling Stone ), se desgrana la carrera del genio creador del surf/chamber/dream pop más glorioso y complejo de la década de los 60. La gestación del mágico Pet sounds para su banda, The Beach Boys, fue el alfa y omega de un talento único que revolucionó la música popular al incluir capas de melodías polifónicas, contrapuntos, armonías vocales inauditas, pistas superpuestas de instrumentos que empastaban de forma incomprensible como un solo sonido nunca antes escuchado. En algún momento, esa mente privilegiada que pensaba y percibía musicalmente, hizo bum (el consumo lisérgico aceleró el proceso) y Wilson se retiró de los escenarios afectado por un trastorno esquizoide de voces amenazantes y demonios del caos que ya no se fueron jamás de su cabeza. Me interesa aquí tanto e...
Tengo siete libros publicados, también escribo mi segunda novela. Me gusta (mucho) Nacho Vegas, Jonathan Coe, Rodrigo Sorogoyen, MARGA y reírme. Dijeron que era un agitador cultural, pero lo que prefiero ver escrito sobre mí es eso, que soy un escritor. Ibáñez escribe.