En 2016, el escritor y guionista español Carlos Montero publicó la novela El desorden que dejas, que este año 2020 él mismo, como creador, ha convertido en una serie de televisión de unos 400 minutos de duración, distribuida en ocho capítulos.
Montero, Silvia Quer y Roger Gual dirigen la serie, escrita por Montero,
por supuesto, junto a Javier Holgado y Andrés Seara.
La fotografía de Isaac Vila es magnífica, muy adecuada para recrear lo
que se nos cuenta y el lugar donde ocurre lo que se nos cuenta, una bellísima y
contundente Galicia.
Se disfruta viéndola de un brillante reparto, encabezado por las
excelentes Inma Cuesta y Bárbara Lennie, que cuenta con interpretaciones
soberbias de los jóvenes Arón Piper, Roque Ruíz e Isabel Garrido, además de con
unos solventes Tamar Novas y Roberto Enríquez, entre otros admirables actores
todos.
Con todo ello, lo que he visto cuando he visto El desorden que dejas
no me ha parecido gran cosa, tampoco poca cosa, pero sí un producto cinematográfico
de primer orden, muy bien hecho, muy bien interpretado y quizás no tan bien
contado. El problema es que en medio de todo ello, lo que se ha contado me
importaba muy poco al mismo tiempo que tenía interés por ver crecer a los
personajes y ver dónde iba a parar un relato pretendidamente intenso. Un ni
fu ni fa que es más fu que fa: siendo fu algo
meritorio y fa una medianía. Porque eso ha sido para mí esta serie, algo
meritorio que en muchos momentos, por culpa de un guion demasiado aposentado en
las extraordinarias interpretaciones de Cuesta, Lennie, Piper y Garrido, roza
la medianía cinematográfica.
Son 400 minutos, tampoco es mucho tiempo. Tú mismo. Tú misma.
Me dice Marga que el problema es que arranca en el tercer capítulo. Pero
yo ya había escrito lo que has leído antes.
Debe ser verdad, querido José Luis, lo de los gustos y los colores, porque a mí me dejó fascinada. No sólo por lo que tú señalas, sino por la atmósfera, la música y las ganas que me quedan de saber más de Carlos Montero.
ResponderEliminarYo puse todo de mi parte, incluso la vi entera porque el esfuerzo de hacer algo así se nota y casi por respeto. Sobre todo por admiración a los actores y actrices.
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