Pensando históricamente (toma 16)

¿SE PUEDE ser historiador y no ser ANTIFASCISTA?


“Poco a poco, señores muertos, procedamos por orden, por favor. Todos tenéis derecho a la historia”.
Jules Michelet, Histoire de France (1833-1844)


“La radiante ceniza del tiempo” que es capaz de posarse “sobre los muertos en las fotos antiguas”.
Michael Chabon: El sindicato de policía yiddish


Ya queda menos para el pasado.

El siempre genial Miguel Cobo Rosa escribe en su muro de Facebook :
“Ya va siendo hora de que empiece a forjarme un pasado”.
Y yo, más prosaico, menos ingenioso, no he podido evitar comentarle que…
Aunque suene a chiste: eso es exactamente lo que han hecho todos los nacionalismos cuando han querido terminar de forjar los estados que existen o quieren existir. Eso.

Todos los seres humanos tienen, tenemos, un pasado, lo malo es cuando ese pasado del que a algunos les gustaría renegar se niega a pasar y es parte inequívoca de cuanto somos, de cuanto son. El pasado es la línea esencial del supremacismo catalanoide que envenena la vida social civil en Cataluña como lo fue en los años de plomo del terrorismo nacionalista vasco en Euskadi. En definitiva, en ambos, casos, en España. Un pasado marcado por un odio nacido de un error, o peor aún de una invención interesada, desquiciada y desquiciante del pasado.
Malditos ladrones del tiempo pretérito que nunca fue como les hubiera gustado en realidad que fuera para que con su irredentismo traumático se iluminara su intención de hacer del futuro un lugar donde sólo los suyos tengan algo que decir.


Ayer [5 de marzo de 2020] estuve en la presentación de un libro. Un libro de Historia. Un libro de Historia de Roma.
La catedrática Pilar Fernández Uriel, autora del prólogo de LA VIDA COTIDIANA EN ROMA, hizo una brillante exposición de las características del libro escrito por mi amigo el notable historiador Miguel Ángel Novillo, después de que el editor, también amigo mío, mi editor, Ramiro Domínguez Hernanz,  nos explicara la utilidad y conveniencia de leer una obra de este tenor.
La reedición, ampliada, del notable libro de Novillo es una buena noticia para todos los que consideramos que sin divulgación NO HAY HISTORIA.
La presentación fue en una librería de máxima categoría, Marcial Pons, en Madrid.


UNAS IRONÍAS
A los que investigan la vacuna contra el virus este de las narices ya les vale. Si los historiadores tardásemos tanto en explicar el pasado (reciente) nos tacharían de charlatanes morosos.

Los científicos, ¿cómo llevan sus movidas de encontrarle solución a esto del COVID-19, además de explicación? Parecen historiadores, rediós.


ACTOR E HISTORIADOR, DOS OFICIOS SIMILARES
Antonio de la Torre: “Mi oficio es más de entender que de juzgar y eso me gusta”.

”Soy consciente de que Manzanas [en la serie La línea invisible] es una figura que levanta muchas ampollas, pero he tratado, como hago siempre con todos los personajes, de aprenderlo y de entenderlo, de ponerme en su punto de vista. Tratar de acercarme a cómo fue su figura desde dentro, porque es la única manera de entender un personaje. Sino harías algo maniqueo o una caricatura”. ¿Entender? “Las palabras hay que tratarlas con cuidado. Pero sí, sin justificar nunca la violencia. Las cosas tienen una razón. Otra cosa es que te parezca justificable, o que hicieras lo mismo”, resalta.


PARA INDIGNARSE HAY QUE VALER
¿A partir de cuántos años de antigüedad de un personaje histórico ya podemos de dejar de derribar sus estatuas cuando alguien nos recuerda en el presente uno o varios traumas?
[Sí, ya sé que esto va de PUEBLOS y de GRUPOS]

Muchísimas creaciones humanas no resisten el peso de la mirada del presente. De la mirada insustancial e inculta del presente. De la mirada traumática del presente.


“Recordar es, sobre todo, un acto creativo. Al relatar, la gente crea, redacta, su vida”.
Svetlana Alexiévich (citada en Bazar por Emilio Gavilanes)




[arte de Xisco Mensua]

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