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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Autobiografía (primera parte)

Llevará su tiempo. Mi vida llevará su tiempo. 25 Años de Paz, pero antes matarán a Kennedy, también a Grimau… [el mundo ya tenía las canciones de los Beatles, las canciones de Elvis y las canciones de los Stones, las de Roy Orbison y las de mi madre, que ya cantaba alguna de las que salen en mis cuentos. 1963, ¡qué recuerdos aquellos!] Nazco, nazco, salgo de allí atrás, del pasado de dos estirpes muy simples, sencillas. Sé poco de ellas, de aquellas gentes sorianas, santanderinas. ¿Sorianas, santanderinas? Hoy diríamos castellanoleonesas, cántabras… [Cuca y Ricardo, ellos, mis padres, y yo su hijo mayor, el futuro hermano mayor, el que va y viene dentro de muchos versos urbanos y suburbanos.] Crezco en el estómago de Madrid, un poco también en un antiguo pueblo que ya es un barrio más de la capital, también en Suances, junto al mar Cantábrico y dorado de verdes. [Barrio de Legazpi que es de la Chopera: mi infancia es memoria de las calles de Lega...

El presente del rocanrol

Lo bueno del rocanrol, que vino a salvarnos la vida, es que ya está inventado, y sólo hay que disfrutarlo, recrearse en su simple eficacia juvenil de rudeza evanescente , dejarse llevar por su magia tachonada de realidad y de guitarras afiladas, abrir nuestro corazón para permitir que en él se depositen la caricia de los ritmos de goma y las voces de sirenas que nunca quieren atraernos a ningún abismo, más bien pretenden afianzarnos en ese rincón oscuro y suave de la noche donde no dejamos que nadie alborote nuestros sueños. “Yo me imagino que si consigues cautivar a cierta gente a la que toda su vida se le ha dicho lo que tiene que hacer, gente demasiado joven o que tiene demasiado miedo a lo que sea creo que, en cierta manera, les pones a funcionar el cerebro y les haces pensar que a lo mejor pueden hacer algo. Para eso es el rocanrol, para darle al interruptor y hacerles ver que hay otras posibilidades y que es una tontería no probarlas. Puede ser que no consigas ser feliz, p...

Barrio de Chopera, Madrid siglo XX, siglo XXI

Con los delantales machados de sangre salían los matarifes del Matadero a tomar unas cervezas en los bares de la colonia del Pico del Pañuelo donde vivíamos. Y yo les veía como si la muerte fuera algo normal y la vida una sucesión de carreras por las aceras, partidos pequeños de fútbol, hombres salpicados por la sangre de animales muertos por ellos y beber el agua de las fuentes. [...] Cerca muy cerca de Matadero, acariciándolo, abarcándolo, deslumbra el espectáculo vital de Madrid-Río , esa pretendidamente fastuosa construcción faraónica que yo amo, pero no tantísimo como a Marga . Marga, que nos contó a todos que en Madrid-Río, “por la mañana prontito, las gaviotas desayunan y tienen tal guirigay montado que si cierras los ojos escuchas el mar”. El mar. Este texto pertenece al artículo ‘ Matadero de Madrid ’, publicado el 13 de octubre de 2019 en  Periodistas en Español , que puedes leer completo  EN ESTE ENLACE .

De la confianza (recopilando)

“La suerte es amiga de la confianza”. Jorge Valdano La confianza está en la base de las sociedades creadas por los seres humanos a lo largo del tiempo. Sin confiar en otro, en otros, ningún humano habría sido capaz de lograr ni su grandeza ni su ignominia. Los historiadores explicamos el motor de la historia , que es el cambio, un cambio que jamás se produce cuando los seres humanos renuncian a la confianza. Como tampoco la estabilidad de las sociedades que permite el progreso es posible sin el constante ejercicio humano de la confianza. No hay una sociedad civil sin confianza civil. No hay empresa sin confianza. No hay progreso sin confianza. Aunque no es infalible, por supuesto, la confianza ha llegado a mover montañas. ¿Son más importantes las ideas o las personas? Llevamos ya varias décadas de democracia incontestable (salvo para los megadignos bambinescos) y aún se sigue ignorando que, ante un buen programa (¿qué es un buen programa político, electoral?), siempre e...

Las novelas mienten, ¿verdad, Don Mario (Vargas Llosa)?

He leído la más reciente novela de uno de los mejores escritores de nuestro tiempo, Tiempos recios , de Mario Vargas Llosa , y ahora que me dispongo a escribir sobre ella caigo en la cuenta de que no he leído la suya anterior.  Pero eso no importa, hace años que el Nobel de Literatura nacido en Perú me decepciona, quizás desde su última obra memorable, la que cerró el ciclo de una novelística inmejorable, vertiginosa en cuanto a categoría literaria, La fiesta del Chivo . Publicada en este año 2019, Tiempos recios no es una gran novela. Como muestra de su (escasa) valía artística, voy a tratar de explicar su argumento, el hilo esencial de su razón de ser, mediante el uso de citas estrictas de su contenido. Un contenido más propio de un excelente reportaje periodístico, de revista lujosa, como me pareció el de otra novela suya que no fui capaz de acabar, El sueño del celta , el principio del fin de mi idilio con uno de los escritores que más me han hecho disfrutar en mi v...

Sidi, Pérez-Reverte, Dios y el final de las cosas

Sidi: un relato de frontera es El Cid de Arturo Pérez-Reverte . Es la novela en la que el escritor español nos acerca su propio héroe legendario e histórico, su propio guerrero medieval castellano (¿español?). Nada de patrias, nada de Reconquista Pérez-Reverte cuenta. Arturo Pérez-Reverte ni escribe Historia ni lo pretende : imagina, interpreta, inventa, reescribe la leyenda y utiliza lo que la Historia sabe sobre un infanzón castellano del siglo XI para contarnos cómo quiere él creer que fue el ascenso al liderazgo de guerreros de frontera que protagonizó un pequeño noble burgalés en los tiempos en los que tenía lugar lo que durante mucho tiempo se llamó (mal) Reconquista . Una palabra, Reconquista , que ni aparece en su deslumbrante libro ni se la espera, tachada tras el gran análisis casi historiográfico que el novelista español perpetra arrimado cuanto puede y quiere al oficio del historiador, pero guiado por el profundo conocimiento de las mejores técnicas narrativas de ...

Hoy pareciera que los muertos, algunos muertos, siguieran esperando

‘Tres marinos a la mar… Y otros tres en busca van’ era un juego. Supongo que lo seguirá siendo. Un juego similar al escondite. Un enorme escondite que permitía jugar en un ámbito tan grande como La Riachuela y alrededores, allí en Suances , aquel lugar. La guerra no lo es. No fue un juego. No lo es, salvo cuando jugamos a la guerra. Pero aquella guerra, la de 1936 a 1939 , no lo fue. Y menos su resultado final, el franquismo. Yo jugaba de niño con mis primos en Suances a ‘Tres marinos a la mar… Y otros tres en busca van’. La guerra había dejado su poso sobre tantas cosas cuando nosotros jugábamos y Franco aún vivía . [...] No sé si los niños de Suances, o de cualquier otro sitio donde se haya jugado a ‘Tres marinos a la mar… Y otros tres en busca van’, siguen jugando a ese escondite magnífico, pero quiero creer que la guerra, aquella guerra llamada Civil -incivil, mejor dicho-, ya terminó. Aunque parezca mentira. En abril de 1939 terminó, por vez primera; con el úl...

Siminiani no atraca al final ningún banco

¿ Apuntes para una película de atracos es una película o un documental? Quiero decir, ¿es un documental-documental o es una película de ficción que juega a ser un documental? ¿O es un documental que juega a ser una película de atracos? Parece que ni lo uno ni lo otro. Apuntes para una película de atracos son apuntes para una película de atracos. Asunto resuelto. Aclarado esto, ¿qué he visto cuando he visto Apuntes para una película de atracos ? ¿He disfrutado? ¿He aprendido algo? ¿Soy mejor persona? Apuntes para una película de atracos , sea lo que sea, es una creación del cineasta español León Siminiani (Elías León Siminiani es su nombre completo y Elías es él mismo en el film) que debe ser un documental porque, ahora que caigo, a juzgar por los premios que ganó o a los que fue candidato aquel año 2018: nominado a Mejor documental en los Premios Goya y en los Forqué, obtuvo el Premio Feroz al Mejor documental .  Porque un documental es aquello que compite en lo...

Guerra y paz: 1934, 1963

¿Te imaginas haber nacido en el 34, como nacieron tus padres? ¿Con toda una guerra por delante y un par de años para cocer cada uno de los ladrillos con que ir amoldando la España enardecida hasta la saña del fuego? 1934, marzo y junio de 1934. Ricardo y Cuca . Villaverde Bajo, todavía un pueblo tan cercano al Madrid de los hospitales y los tranvías, y Suances, junto al mar Cantábrico, ceñida a una ría de espléndido vaivén. Pero no, tú naciste en vísperas de los 25 Años de Paz. Aquí Paz y después Gloria… 1934, allí Paz y después Guerra . 1963, el año que yo nací… nacieron todas las flores. Cosas de 1934 y cosas que pasaron en 1963. En España. El dramaturgo Alejandro Casona estrena La sirena varada , protagonizada por Margarita Xirgu , a quien está dedicada, en el Teatro Español: es el 17 de marzo de 1934. Mi padre acaba de nacer en Villaverde Bajo . A mi madre aún la faltan tres meses para venir al mundo en Suances . El 20 de abril de 1963 tiene lugar el fusilamiento del di...