Guerra y paz: 1934, 1963

¿Te imaginas haber nacido en el 34, como nacieron tus padres? ¿Con toda una guerra por delante y un par de años para cocer cada uno de los ladrillos con que ir amoldando la España enardecida hasta la saña del fuego? 1934, marzo y junio de 1934. Ricardo y Cuca. Villaverde Bajo, todavía un pueblo tan cercano al Madrid de los hospitales y los tranvías, y Suances, junto al mar Cantábrico, ceñida a una ría de espléndido vaivén.

Pero no, tú naciste en vísperas de los 25 Años de Paz. Aquí Paz y después Gloria… 1934, allí Paz y después Guerra. 1963, el año que yo nací… nacieron todas las flores.

Cosas de 1934 y cosas que pasaron en 1963. En España. El dramaturgo Alejandro Casona estrena La sirena varada, protagonizada por Margarita Xirgu, a quien está dedicada, en el Teatro Español: es el 17 de marzo de 1934. Mi padre acaba de nacer en Villaverde Bajo. A mi madre aún la faltan tres meses para venir al mundo en Suances. El 20 de abril de 1963 tiene lugar el fusilamiento del dirigente comunista Julián Grimau, que había sido detenido en noviembre del año anterior. Se le imputaban delitos presuntamente cometidos durante la Guerra Civil. Su juicio y su ejecución producen protestas de la comunidad internacional contra el régimen. Diez días después del ajusticiamiento de Grimau nací yo. Cosas de 1934 y cosas que pasaron en 1963. En España.

Olía a guerra civil, a desastre ya en 1934. Sólo faltaba un buen empujón para la hecatombe. Unos cuantos achuchones. Pobreza, odio, miedo, ignorancia. Demasiada gasolina. Golosina para la muerte. Y seguía oliendo a guerra civil en 1963, cuando uno podía morir, legalmente, por lo que había hecho 25 años antes. Menos pobreza, menos odio, menos miedo, la misma ignorancia.

Yo no vine al mundo en 1934, cuando lo hicieron mis padres, cuando mis dos abuelas maternas les dieron a luz, en Villaverde Bajo y en Suances. La madre de mi padre llegada hacía años desde la provincia de Soria de principios del siglo XX, la madre de mi madre nacida ya en ese Suances donde Cuca iba a ser llamada Adelaida. Madrid y Cantabria, Castilla la Vieja… España a dentelladas secas y calientes.

Me huele todo el cuerpo a recienhecho, hace un olor que enamora. Miguel Hernández, 1934. Cuca y Ricardo.
No hay futuro si no hay también pasado. Ya nunca volveré como solía. Gabriel Celaya, 1963. José Luis.

Y…
Décima Víctima. Esto no puede ser un poema.
Primera víctima. Un verso duele sólo cada vez.
Segunda víctima. España en guerra, España en paz.
Tercera víctima. No hay tristeza siempre en la tristeza.
Cuarta víctima. Alegría elocuente de un corazón veloz.
Quinta víctima… Y así hasta el señuelo musical
de la Décima Víctima, de la conciencia y los huesos,
hasta la luz apagada y el beso en un párpado,
así para la magia de la vieja materia o para los juegos,
un misterio reflejado en espejos sin azogue…
Décima Víctima, siempre tan lejos. Ajena
al siglo XX, el de la guerra y la paz,
el del hacha y la sangre derramada
sobre las montañas rotas de perder
siempre el mar.
Esto no pudo ser un poema.

Comentarios

Entradas populares

Los textos incluidos en este blog son propiedad exclusiva de sus autores. Se permite su uso y reproducción, siempre y cuando se respete su integridad, se cite la fuente y su utilización no busque fines comerciales ni implique la obtención de ingresos económicos de cualquier tipo.