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Mostrando entradas de marzo, 2018

20 microrrelatos y uno de regalo (toma UNO)

dejaré de amarte muy pronto, me estoy desprogramando, le dijo mirándole a los ojos que no tenía el insecto insiste en el baile que no es baile que es su manera de entender la aniquilación el rostro de ella es en la foto el de otra mujer, pero él lo observa porque olvidó el rostro de ella menudo susto cuando se atusaba el cabello mirando su propia sombra y la silueta desapareció… como el Sol sabían que se conocerían en persona: se esperarían hasta que la vida fuese lo que es quiso alguien a su lado que le recogiese al caer, y la diosa andaluza hizo mucho más que eso: le llamó Sábado sobre el caballo, el guerrero piel roja no siente el deseo de ser piel roja un latido tenso, huraño hace por despertarle, lo consigue, le devuelve al mundo de los vivos de donde quiso fugarse sueña en blanco y negro, lo sabe porque es un perro los guantes le están grandes, las manos sufren (por el frío): nadie le dijo que cavar fuera a ser fácil, las tumbas es ...

El político que dice guiarse sólo por la convicción es un tipo temible, por Justo Serna

Recuerdo cuando le í por primera vez Los partidos políticos (1911), de Robert Michels . Fue en la época postrera o, mejor, penúltima del felipismo , justo cuando la hegemon í a socialista empezaba a declinar en España, justo cuando aparecían los primeros casos de corrupción en el PSOE . La ley de hierro de la oligarquía (y de la socialdemocracia) A pesar de su fecha (1911), o precisamente por ello, Los partidos políticos me pareció un texto premonitorio , acertad í simo. Un siglo atrás el antiguo socialdemócrata Michels atinaba con sus análisis, con sus diagnósticos: el partido no era finalmente más que una maquinaria burocrática , una organización en la que sus distintos dirigentes se disputaban los poderes internos y externos. Ajá, me dije. Esto mismo es lo que sucede en el PSOE de finales de los ochenta y primeros noventa. Por supuesto, la m í a era una falsa impresi ó n. Aunque Michels hab í a analizado con finura el funcionamiento de la instituci ó n moderna, de l...

El Grito intenta vencer en medio de la desdicha

Skrik Skrik Skrik No conseguimos escuchar El Grito porque enmudecemos al verlo y así no hay manera de que el frío incomprensible del arte se convierta del todo en el ascua donde estar en ascuas; presos de la férrea disciplina inmersa en la belleza aterradora de la soledad del alma, no somos capaces de eludir El Grito y, finalmente, estalla sobre el silencio de la derrota como un disparo de sangre, como un atardecer rojo fuego, sin que las manos puedan suspender el dolor de la voz desgarrada que no necesita auxilio pero lo solicita angustiada, humana. No somos capaces de concebir El Grito, únicamente lo sabemos ahí, al borde del camino que seguimos mientras El Grito intenta vencer en medio de la desdicha que tan bien se nos da a los que destruiremos la Tierra. Y, al final, la esperanza, la esperanza de que El Grito sea una mentira más, la mentira definitiva de los que robaron el arte a los dioses para invent...

ETA, la historia de un fracaso trágico

Hoy parece que el País Vasco disfruta por fin de libertad , ojo, de libertad, no de paz, porque la paz es lo contrario de la guerra, y en ese territorio no hubo una guerra, no hubo un conflicto. Las palabras sí importan . Lo que hubo fue el secuestro de una sociedad a cargo de unos terroristas amparados por algunos que, como ellos, se dedicaron a aplicar su dislocada visión del pasado sobre el presente y el futuro de sus conciudadanos, a muchos de los cuales redujeron a un estado de persecución por medio de la extorsión y la violencia. Sobre el pasado reciente, sobre el presente y sobre el futuro inmediato sobrevuela la figura acongojante de ETA, la asociación de malhechores cuya historia es la historia de un fracaso trágico , en palabras de Pérez Pérez. Se necesita un relato histórico, por supuesto. Siempre se necesita un relato histórico. Pero un relato histórico no es una invención histórica , una reconstrucción amable o traumática del pasado basada en el deseo imaginario qu...

La cura de humildad o la rabia, por Pedro Siberia

Soy anglófilo, me gustan muchas cosas de allí, desde el gótico vertical a los Beatles. Pero creo que nunca me he sentido más menospreciado que un día, cuando con perfecto acento BBC y sin un tono más alto que otro, alguien me dijo sin decir un montón de cosas: que mi educación (debido a mí origen) le parecía poco fiable, que no iba a encontrar allí ni un gramo de empatía, que no se fiaban de mí. Protobrexit . En Cataluña ocurre algo parecido con mucha gente. No eres de aquí, procedes de un país eeh... diferente, la civilización es nuestra, somos la Dinamarca/Shangri-la/la hostia en verso/ mediterránea. Parte de la rabia o el estupor de hoy tiene ese origen ¿CÓMO pudo pasar esto? ¿A nosotros? Pero si ELLOS son débiles, mesetarios, su país es fallido... ¿Este puto desastre, esta chapuza sin paliativos, este desenlace ridículo? ¿Cómo es posible que Europa...? Tienen dos salidas: la cura de humildad (rebajar lentamente el nacionalismo supremacista a una opción ciudadana, exactam...

AzulOscuroCasiNegro y el cine impecable

Hay tanto en el mundo que es azuloscurocasinegro. Tanta realidad que no termina de ser lo que está a punto de ser, lo que no será, lo que no fue. Y luego está el arte que pretende explicarse a sí mismo aquello que es azuloscurocasinegro. El cine. El debut cinematográfico en 2006 como director de largometrajes del cineasta español Daniel Sánchez Arévalo fue espectacular. AzulOscuroCasiNegro es una obra maestra. Cine en estado puro, ese cine de categoría que se muestra ante nuestros ojos como la sencilla elaboración que tienen las obras de arte que deslumbran sin gritarte una y otra vez miracuántagrandeza. Y eso que en esta película deslumbrante, intimista, divertida, hermosa, profunda y sensible hay grandeza para dar y tomar. Un guion excelente, obra del propio Sánchez Arévalo, una dirección a cargo de este artista madrileño nacido en 1970 que nos traslada a un Madrid de película, en el sentido estricto de la expresión, a un Madrid cinematográficamente exacto, personal y re...

Un réquiem por Philip Kerr

Philip Kerr escribió un auténtico réquiem en la tercera de las novelas protagonizadas por su detective-policía-espía alemán Bernard Gunther . Titulada Réquiem alemán , como la obra musical de Johannes Brahms estrenada en 1868 (en realidad, a la edición española de la novela de Kerr se le cayó el Un que indeterminaba al susodicho réquiem), la tercera novela de la trilogía Berlin Noir , que no tiene lugar en Berlín, sino en la simbólica Viena , es tan buena novela negra como las anteriores. Tan excelente novela. Sin apellidos. Estaba yo escribiendo esto cuando leo que Kerr ha fallecido, víctima del cáncer que venía padeciendo. No puedo seguir escribiendo… Cuando alguien fallece a una edad como la tuya y ese alguien te hacía disfrutar de lo lindo con sus invectivas, con su arte, con su saber hacer, sientes que alguien que te debe cosas te las va a deber para siempre. Philip, me debías más novelas de Gunther, me debías más novelas negras futbolísticas. Kerr, me las debías… ...

Marzo.1844.España

Del día 24 del mes de marzo del año 1844 es el decreto fundacional de una de las instituciones españolas más famosas en el mundo, aunque sólo sea por el todoelmundoalsuelo que profirió el teniente coronel Antonio Tejero en la aciaga jornada del 23 de febrero de 1981 que no consiguió dar al traste con la democracia de la que disfrutamos los españoles. Sí, la Guardia Civil , el cuerpo público de seguridad tiene ya unos años, camino va del siglo, y fue instituido durante el reinado de Isabel I I , cuando la hija de Fernando VII ni tan siquiera había cumplido los 14 años. Presidía el gobierno Luis González Bravo , un joven de familia rica hasta hacía poco progresista él, un periodista culto que había nacido en 1811, llevaba tres meses en tan alta responsabilidad y a quien le quedaban únicamente otros dos meses para desempeñarla. Pero, a lo que vamos, la Guardia Civil nacía para garantizar el orden , para defender a las personas y a sus propiedades, de manera preferente en un ám...

Dostoievski desde el subsuelo

M emorias del subsuelo comienza así: “Soy un enfermo. Soy un malvado. Soy un hombre desagradable”. No está mal, Dostoievski. El protagonista de tu novela no se anda por las ramas, por ninguna: “He sido funcionario, pero dimití. Fui funcionario odioso. Era grosero y me complacía serlo. […] No he conseguido nada, ni siquiera ser un malvado; no he conseguido ser guapo, ni perverso; ni un canalla, ni un héroe..., ni siquiera un mísero insecto. Y ahora termino mi existencia en mi rincón, donde trato lamentablemente de consolarme (aunque sin éxito) diciéndome que un hombre inteligente no consigue nunca llegar a ser nada y que sólo el imbécil triunfa. Sí, señores, el hombre del siglo XIX tiene el deber de estar esencialmente despojado de carácter; está moralmente obligado a ello. El hombre de carácter, el hombre de acción, es un ser de espíritu mediocre. Tal es el convencimiento que he adquirido en mis cuarenta años de existencia.” La cosa promete. Son las primeras ...