María tenía menos de cuatro años cuando se publicó la canción española Turnedo, su hermano Arturo ya había cumplido seis. Cuando su madre y yo se la poníamos en el coche mientras viajábamos, a veces porque la habían pedido ellos, puede que tuvieran algún año más. Muy pocos. Les encantaba, como a nosotros, como me sigue a mí fascinando este prodigio pop. Ellos inexplicablemente se la sabían de memoria (entera) y la cantaban en un perfecto play-back. Los recuerdo perfectamente, atrás, con sus sillas para niños, puede que Arturo ya no la necesitara o llevara una minúscula, también obligatoria, los dos cantándola como si la hubieran compuesto.
Poco más de cuatro minutos y medio. Abril de 2005. El cantante y compositor español Iván Ferreiro lanza un CD sencillo promocional de su primer elepé en solitario tras haber liderado la banda roquera Piratas durante trece años hasta el año anterior. La canción es Turnedo y el elepé, que aparece ese mismo mes, Canciones para el tiempo y la distancia. Todo con la producción de Suso Saiz (quien ya había producido discos de Pablo Guerrero, Luis Eduardo Aute, Esclarecidos, Luz, Tahúres Zurdos, Javier Álvarez, Celtas Cortos, Duncan Dhu o los propios Piratas) y grabado en los estudios madrileños Red Led. El compositor de Turnedo es el hermano de Iván, Amaro Ferreiro, aunque es muy habitual encontrar (incluso de manera oficial) que la composición es de los dos. No tiene estribillo. Y pese a eso… Qué extraordinaria canción de desamor. Delicadamente brutal, un lugar emocional espléndidamente artístico, comedido, sensible, un monumento pop. Esa playa tan vacía. Y digámonos adiós.
En la entrevista que le hizo a Iván
Ferreiro el periodista musical y músico a su vez Fernando Martín para El
País (el 25 de abril de ese año 2005), aquél admitía que una peculiaridad
de la canción Turnedo y otras de aquel elepé suyo de debut es que eran
profundamente herederas de la etapa final de Piratas, la del álbum Relax,
por ejemplo, el último, de 2023:
“Con eso pasa como
con lo del acento gallego. Yo tengo acento gallego porque nací y viví toda mi
vida en Galicia. Del mismo modo, yo hago y toco canciones de rock porque he
tocado toda mi vida con Piratas. Para mí es una influencia tan fuerte como la
geográfica. Renegar de su influencia sería una estupidez por mi parte, porque
Piratas era algo bonito y bien construido”.
En Canciones para el tiempo y la
distancia, además de los hermanos Ferreiro y Suso Saiz, tocaban el bajista
Mikel Irazoki, Justo Bagüeste, el pianista Joserra Senperena, Gonzalo Lasheras,
el baterista Karlos Arancegui y Celso González.
Hay otras dos versiones registradas por Iván Ferreiro de Turnedo. Una de 2011, otra de 2025.
La de 2011 estaba dentro del álbum
grabado en directo pero sin público (no es una actuación, aunque se registró en
un hermoso DVD), el quinto de Iván Ferreiro, que incluía sus canciones más
exitosas o reconocibles tanto en solitario como en sus tiempos con Piratas. Se
titulaba Confesiones de un artista de mierda, y la cantaba
acompañado de Xoel López (fue interpretada al revés: el cierre instrumental
de la versión original pasaba a ser el arranque). Lo produjo también Suso Saiz
con arreglos suyos y de Ricky Falkner (que ya había participado como
productor en discos de Love of Lesbian, Standstill, Sidonie, The New Raemon,
Zahara o Miss Cafeína), y en él intervenían, además de los hermanos Ferreiro y
ellos dos, Gael Pintos, Emilio Saiz (hijo de Suso), Pablo Novoa, Franky
González, Marco Crespo y Álex Serrano. En Confesiones de un artista de
mierda estaba otra joya descomunal, la versión que cantan a dúo Iván y
Santi Balmes (de Love of Lesbian) de El equilibrio es imposible (que
había estado en el cuarto álbum de Piratas, Ultrasónica, de 2001).
“Desde
aquí, desde mi casa
veo
la playa vacía,
ya
lo estaba, hace unos días,
ahora
está llena de lluvia
y
tú ahí sigues sin paraguas,
sin
tu ropa, paseando,
como
una tarde de julio
pero
con frío y tronando.
¿Se
puede saber qué esperas?
¿Que
te mire y que te seque?
Que
te vea y que me quede tomando la luna juntos,
la
luna, tú y yo expectantes,
a
que pase algún cometa o baje un platillo volante.
Y
la playa llora y llora
y
desde mi casa grito
que
aunque pienso en abrazarte,
que
aunque pienso en ir contigo
el
doctor me recomienda
que
no me quite mi abrigo,
que
no esté ya más contigo.
Y
yo no puedo negarme, pues
el
tipo soy yo mismo,
estudié
mientras dormías
y
aún repaso las lecciones
una
a una, cada día.
Yo
no puedo aconsejarte,
ya
es muy duro lo que llevo,
dejemos
que corra el aire
y
digámonos adiós.
Aunque
sigas suspirando
por
algo que no era cierto,
me
lo dicen en los bares,
es
algo que llevas dentro,
que
no dejas que te quieran,
sólo
quieres que te abracen
y
publicas que no tuve
ni
valor para quedarme.
Yo
rompí todas tus fotos,
tú
no dejas de llamarme.
¿Quién
no tiene el valor para marcharse?
¿Quién
no tiene el valor para marcharse?
¿Quién
no tiene el valor para marcharse?
¿Quién
prefiere quedarse y aguantar?
Marcharse
y aguantar”.
Amaro
Ferreiro Rodríguez
La versión de 2025 fue grabada con
motivo del veinte aniversario de la primera vez que escuchamos semejante
maravilla. En el canal de YouTube de Iván Ferreiro podemos leer: “Han pasado 20
años desde que Iván inaugurase su etapa solista con esta maravilla de canción,
hoy un himno pop de este país. Por eso, ahora que recupera los clásicos de su
repertorio, han vuelto a grabar este tema con un sonido actualizado y con ganas
de volver a ponerla en lo más alto”. Grabado el 22 de mayo en una toma en
directo (magnífica una vez más), en La Casamurada, en la localidad tarraconense
de Banyeres del Penedès, canta Iván, su hermano Amaro hace coros y toca la
guitarra, y están acompañados por los teclados de Pablo Novoa, el bajo de Ricky
Falkner, la guitarra de Emilio Saiz (repiten los tres respecto de la versión de
2011) y la batería de Xavi Molero.
Por cierto, no sé qué es un turnedo, pero en Wikipedia dice esto: “Un turnedó o tournedó (pronunciado en ambos casos turnedó y expresado en plural con las formas turnedós y tournedós) es un corte transversal del centro del solomillo de buey o de ternera. Atado con una guita a una fina banda de tocino blanco de cerdo que le da la vuelta lateralmente, el turnedó, de un espesor de unos dos centímetros, un diámetro de entre 10 y 12 centímetros y un peso de entre 140 y 180 gramos”, bla, bla, bla...
El título de la canción no quiere
decir nada aposta, de hecho, lo tenía antes de haber sido compuesta (sic). La
palabra les gustó a los hermanos Ferreiro, por lo que se ve, y zas… directa a
la mejor canción de su repertorio, del de ambos, que ya es decir. Aquella
ranchera que no supe que lo era hasta que se lo escuché varias veces al propio
Iván. Pues ranchera.
Aunque Amaro es menos famoso que su
hermano, tiene canciones interpretadas por él de una calidad magnífica, por
ejemplo, Algunas veces, que, cantada junto a Eva Amaral, sonaba en
su primer elepé en solitario, publicado en 2007, La ciudad de las agujas.

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