En el mismo texto donde el profesor David Pablo Montesinos Martínez tacha de “miserable” a quien era presidente de la Comunidad Valenciana cuando tuvo lugar el terrible desastre provocado por una dana en 2024, Carlos Mazón, justificando el calificativo, explicándolo, atendiéndolo, dice de sí mismo que es “una medianía, un tipo titubeante y hasta cómico”, si bien incapaz de actuar como actuó durante aquellos acontecimientos, y aún peor después, el dirigente del Partido Popular.
“Mazón
no consigue despertar mi odio, ya ven. Creo que es un personaje despreciable,
nada más”.
No estoy de acuerdo, David no es una medianía. Si no, cómo podría ser tan
apto como para ser responsable de escribir lo que sigue (y yo resumo).
Pregunto.
David Pablo Montesinos Martínez es,
por cierto, quien escribió poco después de esto que gloso, también en Facebook,
aquello de “debemos ser gobernados por
hombres buenos y consistentes”. Cuando escribe hombres se refiere a seres
humanos.
Mazón es nefasto, afirma, como Aznar,
como Rajoy, como Díaz Ayuso…
“¿Y saben por qué?
Porque la derecha española es incapaz de
entender lo que significa en profundidad la palabra democracia. Por lo general carecen del más mínimo sentido
institucional. Aplican fórmulas que ellos bautizan como liberales para justificar
privatizaciones y dejar que los servicios públicos se deterioren”.
David se pregunta si se puede dirigir un país sin creer de verdad en el Estado, también “si se puede hacer política si no se cree de verdad en la política más allá de las intrigas palaciegas, a las que tan aficionados son en los partidos”. Se hace y nos hace esas preguntas con una mera intención retórica. Y clara. Si bien admite que las intrigas palaciegas es algo propio de los partidos, de todos, no solo de los partidos de la derecha española.
Dice no creer en la derecha, dice no
esperar “definitivamente ya nada de ella”. Y ahora viene lo bueno, donde va con todo, si bien a mí me parece que
si exagera, que no creo, exagera muy poco.
“La derecha
española pone a auténticos desgraciados
a regir las instituciones porque carecen
de gente preparada, inteligente y con un sentido ético de la gestión de la
polis. En Valencia tenían a todos en la cárcel o en procesos judiciales por
corrupción y Feijóo encontró a Mazón.
Como él, como David Pablo Montesinos
Martínez, también creo que la culpa de
que seamos gobernados por esta caterva de seres humanos es de toda esa gente
que se siente harta de “los catalanistas, de lo woke, de los ecologistas…”.
Esa gente, añado yo, que prefiere la derecha española a cualquier otra cosa que
trastorne su simpleza mental, su
compleja existencia ensimismada en el odio a lo que es incapaz de comprender.

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